SUPERHÉROES DE ENCICLOPEDIA / Gerardo Mares
León.- De un tiempo a la fecha, el registro bibliográfico sobre el cine de luchadores (Santo, Blue Demon, Mil Máscaras et al), ha adquirido una tendencia de nivel enciclopédico.
Tachados en el pasado reciente como churros sin ninguna noción de sentido narrativo o estético, los filmes que conforman este particular género cinematográfico han encontrado en varias plumas de prestigio, una franca etapa de revaloración, no obstante su calidad de género muerto.
Y esto sí que es un cariz irónico, puesto que este difunto sigue gozando de la simpatía de un amplio sector del público cinéfilo tanto en las ciudades de provincia como de la misma capital; a pesar de todas las objeciones que se puedan encontrar, de su inefable naturaleza híbrida, de su descuidada sintaxis narrativa o de los bajos presupuestos que afectaron gravemente sus proposiciones estéticas; librándola dignamente por el contrario, su sentido del exceso y el inclasificable humor involuntario que siguen emanando, aportaciones con no pocos hallazgos visuales que enriquecieron la imaginería de la producción cinematográfica nacional, a mencionar sólo una: una estética naïve deudora de la psicodelia y que se plasmó con inusual delirio en varios títulos, elemento no del todo intencional y que gracias a su desparpajo, terminó por llevar a todo el género a su reconocimiento perpetuo.
Entonces, para poder disfrutar y apreciar en su justa medida tanto los filmes de los héroes del pancracio como los diversos ensayos críticos que se acercan para describir y detallar con curiosidad malsana a esta extravagancia fílmica, es necesario aplicar una llave “de a caballo” a ciertos prejuicios esnobistas y despojarse de la mirada limítrofe que suele afectar la revisión de estos productos industriales, tal como lo propone el prólogo de Juan Villoro escrito para ¡Quiero Ver Sangre!, acaso el ensayo más rico, documentado y extensamente ilustrado que se haya editado sobre el cine de luchadores.
Elaborado, revisado y redactado por José Xavier Návar, Rafael Aviña y Raúl Criollo, tres alucinados investigadores que se aventaron, de una vez por todas, a certificar y registrar cada uno de los filmes que componen una corriente de cine maquilado para el sano esparcimiento de una masa social predominantemente analfabeta (desde 1954 y hasta la fecha con la reciente producción de “ Santos contra la Tetona Mendoza”), realizando un conteo puntual de cada una de las obras que se adhieren a las características distintivas del género; un análisis realizado desde una óptica universal convenientemente fragmentado en varios ensayos que explican, a su modo y manera, la validez de este cine y la importancia social de sus protagonistas; estudio cuya mayor virtud, además de la prosa ágil y socarrona en su redacción, se encuentra en el descubrimiento de insólitos home-videos pornográficos que toman a estos personajes en tono chusco y que manifiestan cierta evolución hacia la madurez temática, transformándose en una legítima forma de expresión autoral.
Inmersos en una especie de retrospectiva nostálgica, la propia industria ha producido varias animaciones de diverso formato, una vía por donde se intenta revivir a este fiambre con ánimo paródico.
Aunque el libro carece de fichas técnicas con la información básica de los creativos que participaron en estos filmes, la grave omisión de El Castillo de las Momias de Guanajuato, de Tito Novaro, un éxito taquillero pilar en la corriente de espectros momificados, es de señalarse. Vale mucho la pena su adquisición.
A un costo de $500.00 pesitos, ¡Quiero Ver Sangre! viene a dignificar la memoria de unos héroes entrañables y sus “operas magnas”, iconos que se niegan a desaparecer del inconsciente colectivo, nomás por la pura terquedad de sus fanáticos a ultranza
Ficha Técnica
¡Quiero Ver Sangre!
Historia Ilustrada del Cine de Luchadores
Autores: Raúl Criollo, José Xavier Návar, Rafael Aviña
Universidad Autónoma de México. 2011
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
ISBN: 978-607-2-00323-1
Páginas: 317