TAMPA, E.U.- Como si fuera un ave Fénix y con toda la fuerza de sus siete vidas, un gato se rehusó a ir al más allá y decidió que no fue justo morir atropellado por un auto.

Resulta que el felino de nombre “Bart”, a principios de enero murió atropellado por un auto, su dueño estaba tan desconsolado que no podía pensar siquiera en sepultarlo así que pidió a un vecino que cavara una tumba poco profunda.

Así, cinco días después, el 21 de enero, el gato de año y medio de edad sucio y con las heridas a flor de piel salió de la tumba, maullando para que se le alimentara.

“Al principio me sorprendió”, dijo Dusty Albritton, el vecino que sepultó a Bart. “Todo lo que sé es que el gato estaba muerto y ‘Cementerio de mascotas’ (novela del escritor Stephen King) es real”.

“Bart” tenía una quijada fracturada, un ojo aplastado y la cara llena de lesiones. Estaba deshidratado y hambriento, pero vivo. Su dueño Ellis Hutson no sabía qué hacer: “Es increíble”, dijo. “Nunca antes vi algo así”.

Una sociedad humanitaria ayudará a cubrir los costos del cuidado de “Bart”, que el martes fue operado para extirparle el ojo, coser su mandíbula e insertarle una sonda gástrica, lo que costará más de mil dólares.