QUERÉTARO, QRO.- No se vale decir que León está de vuelta, que el Bicampeón viene con todo ni ninguno de esos clichés que suelen acompañar una victoria en estas circunstancias. Eso nadie lo sabe. Lo que sí se vale es resaltar que en un partido jugado a base de entrega, pasión y puritito orgullo, la Fiera le pegó dos goles a uno a los Gallos de Ronaldinho con todo y un gran golpe de suerte.
Y es que dado que la objetividad nos obliga, hay que decirlo así: el gol de los Verdes se generó en una jugada que como simple y sencillamente #NoEraPenal. El jalón sobre Wanderley de Jesús se dio fuera del área. Pero, ahora sí, como así es el futbol, tras 15 minutos de juego la Fiera ya ganaba por la mínima.
Pero la onda no estaba fácil, la verdad es que León, con el gol, dejó de hacer muchas cosas dentro del terreno de juego y, sin problema alguno en plan de “no hay pez y no pasa nada”, le cedieron la pelota a los Gallos que, con los pies de Ronaldinho y el ímpetu de Camilo Sanvezzo, generaron un par de chances que estuvieron cerquita de ser el tanto del empate.
No obstante un movimiento de justicia divina con resolución abierta terminó por llegar al partido. Con 35 minutos en el reloj, una mano de Jonathan Bottinelli dentro del área fue sancionada como penal. Clarísimo, no hay discusión. Sin embargo, la malaria de la portería donde Ronaldinho falló su primer penal en México se hizo presente y se le pegó a Sanvezzo. Su disparo reventó el travesaño.
Complemento de “10″
Tras contener unas chancitas otra vez, León se acomodó a la grama de la Corregidora con interesantes aproximaciones; Incluso, su dominio del esférico le pasó factura a los Gallos con la expulsión de Orbelín Pineda, así se llama, no se burle. La tarjeta roja obligó a modificaciones tácticas de Ignacio Ambriz como la salida de Antonio Naelson “Sinha”.
El cuadro queretano comenzó a medio bajar los brazos, no había trascendencia, cero profundidad. Luego de un intento más Ronaldinho con su segundo tiro libre, León al 71′ saboreó el segundo que nomás no llegó gracias a una barrida providencial, con aires de divina, de Ricardo Osorio. La Fiera estaba encima pero no caía el tanto, pero lo mejor estaba por venir.
Cierre de infarto
Y como el futbol es una cosa de locos, lo más literal posible, con 75 minutos en el cronómetro Sanvezzo marcó el tanto del empate, un verdadero golazo surgido de las piernas de Ronaldinho tras una jugada de Danilinho. Pero un minuto más tarde León volvió a ponerse arriba.
Si no vio el partido, es neta, pasaron sólo 10 segundos después del reinicio del partido para que los Verdes marcaran el segundo de la noche gracias a un disparo de José Juan Vázquez tras una serie de rebotes. Un tiro inalcanzable para Edgar Hernández.
Todavía en la agonía del encuentro hubo oportunidades para ambos equipos, sobre todo para los queretanos, pero el gol no pudo llegar. Los tres puntos ya estaban definidos para los Verdes en un victoria que más que vida da oxígeno y tranquilidad, da calma y certidumbre.