LEÓN, Gto.- Hay que darle un aplauso a Cuauhtémoc Blanco, dejó el bastón en casa para demostrar que podrán pasar 100 años, casi literalmente, y la clase no se va. En medio de la despedida del ídolo azteca, México venció 3 goles a 0 a la Selección Nacional de Israel en su último juego en nuestro país antes de encarar el Campeonato Mundial de Futbol en Brasil.

El duelo, pa’ que mentir, tuvo un inicio lento, aburridillo, fue un bonito remedio natural para el insomnio. Sin embargo, poco después de los 20 minutos, el Tri de fútbol, no los rockeros chidos, comenzaron a dar pinceladas de un interesante balompié guiados nada más y nada menos que por… por Cuauhtémoc. Y es que parecía broma, el más veterano de la cancha, (sumando las edades de todos) salió de cambio al minuto 38 como el mejor jugador del encuentro hasta esos momentos.

No obstante el primer festejo llegó sólo unos minutos después con un tiro de Layún pero gracias a un error de  Ariel Harosh, arquero israelí; Para comprender el tamaño de la pifia, basta decir que el Azteca le quedó chico, fue un error digno de ser llamado así, lo gacho fue que nadie de los jugadores mexicanos le agradeció por el gol, que nos perdone el autor del tanto, ese gol se lo deben al portero.

El duelo siguió con un ritmo favorable al seleccionado de Miguel Herrera, sin embargo faltaba otro error de Harosh para poner el segundo tanto para los nacionales, pero el cancerbero no quiso fallarle a nadie y con un lance al más puro estilo marciano, sacó otro tiro de Layún para que la física hiciera su chamba y metiera la pelota nuevamente en su arco. Minutillos más tarde, Ariel Harosh se dio un besito con el poste para limar asperezas con la mala suerte.

¿Seguros que el “Maza” es compa?

Es en este punto en el que la mente de todo mexicano se concentra en la anterior cuestión, se vale dudar. Y es que el flamante defensor de la Selección Nacional, Francisco Javier Rodríguez, envió al hospital a José de Jesús Corona luego de un choque que literalmente noqueó al arquero nacional. Afortunadamente el golpe no tuvo consecuencias graves, sin embargo el portero requirió revisión médica y estudios de rutina.

Ya para terminar el encuentro, Marco Fabián se sacó la espirita y consiguió el tercer gol del encuentro con otro tiro de larga distancia aunque esta vez no hubo colaboración de Harosh, como los miles de asistentes ya lo esperaban.

Hay que ser sinceros, México se despidió de su afición con tres goles que no convencen, un triunfo que no gustó del todo, y un fútbol que preocupa; Simple, cuando Cuauhtémoc Blanco se luce en su despedida y da un juego de crack que tus mediocampistas convocados no pudieron dar, sabes que algo anda mal.

Foto: MEXSPORT