Por: Mayrin Rodela y Paco Picón. LEÓN, GTO.- ¿Recuerdan el mega-simulacro del que hablábamos ayer? Pues se hizo… y resultó todo un desfile de errores en materia de acordonamiento en zona de desastre.

Participaron cerca de 600 personas de todas y cada una de las dependencias de rescate y seguridad que se les ocurran.

A las 10:30 de la mañana se reportó el accidente en la carretera León- Lagos de Moreno, Un camión de Flecha Amarilla con 40 pasajeros había chocado con una pipa llena de ácido sulfúrico.

Díez minutos más tarde llegaron los dos primeros policías, pero uno de ellos se desmayó por inhalar el ácido.

Acto seguido, llegaron más elementos de seguridad y, con ellos, también las cámaras, los micrófonos y las grabadoras, a cuyos operados se les permitió entrar en la zona de desastre sin que estuviera correctamente acordonada.

Los colegas y los encargados de la seguridad pusieron en riesgo su vida y la de los demás, al no tener ni idea de cómo actuar durante las primeras reacciones de salvamento.

Antes, un elemento de protección civil pidió a gritos que, quienes pudieran, salieran de ese camión y caminarán siete metros en la dirección que escucharán su dulce voz, sin importar, claro, el shock y la desorientación en que pudieran estar esas personas.

La cosa mejoró cuando llegaron los bomberos, quienes aplicaron el protocolo Hazmat,(Materiales Peligrosos) consistente en ponerse trajes parecidos a los hombrecillos amarillos de Monsters Inc, y en el armado de una especie de regadera para desinfectar a los lesionados.

Sin embargo, para ese entonces, una hora 40 minutos después del reporte, los 20 pasajeros que salieron por su propio pie del camión, y el policía desmayado, seguían sin recibir atención médica.

A las 11:30 llegó la “libélula”, un helicóptero en el que fueron trasladados algunos de los lesionados más graves.

Veinte minutos antes de las 12, los que salieron a pie del camión fueron atendidos y rescatado el policía desmayado.

Luego otro camión de Flecha Amarilla trasladó a 20 pasajeros, quién sabe a dónde.

A las 12 de la tarde llegó el Ministerio Público y los servicios periciales, para empezar a investigar cómo estuvo el trancazo.

Al término del simulacro, todos y cada uno de los jefes de seguridad y rescate convergieron en dos puntos: que tienen que mejorar los tiempos de respuesta y que el acordonamiento de la zona tiene que ser vasto y efectivo, tanto, como para no echarle una mano al desastre.

PUNTOS DE VISTA
“Muchas veces no llega primero bomberos y los reporteros por llevarse la primer imagen pues ponen en riesgo su vida, en este caso pues vale la pena que también aprendamos ustedes como informadores a detectar o no correr riesgos innecesarios. Si esto hubiera sido real y el ácido sulfúrico hubiera sido real, los lesionados hubieran sido incluso algunos de ustedes”.
Jafet Lazcano Arce, director de Bomberos León.

“No obstante que es un simulacro hay más incremento de riesgo porque seamos muy cercanos a la zona donde se está derramando el ácido, lo que se está viendo es que no ha habido orden en el control de la gente”.
Rodolfo Navarro, director de control de procesos de la Subprocuraduría de Justicia Región A.