LEÓN, GTO.- Al más puro estilo del “Mardi Gras” en Nueva Orleans, los festejos en León por el bicampeonato de la Fiera se salieron de control hasta llegar al salvajismo en su versión más cruda posible con riñas campales, lesionados y aficionados armados que terminaron por generar la histeria colectiva y el pánico generalizado. La doble corona de los Verdes se tiñó de rojo, de rojo sangre.

Un hombre sacó un arma durante un enfrentamiento con machetes; La policía no llegó al lugar.

Y es que no había pasado ni una hora de la conclusión del partido en Pachuca, y las calles ya lucían una verdadera marea Esmeralda;  En completo estado de felicidad alcohólica, muchos de los hinchas de siempre (y otros tantos de ocasión) perdieron la cabeza y se divorciaron de la cordura para iniciar uno de los festejos más peligrosos que han tenido esta ciudad.

Lo que en un inicio era felicidad total terminó por convertirse en una velada caótica que a nada estuvo de ser tragedia. Está chido que se festeje, nadie podría negarse a una copita por la felicidad del campeonato, pero agarrarse con un compa nomás porque te vio feo no está cool, sacar los machetes que cargas en la troca para lesionar a dos que tres que te cantaron un tiro, menos.

La noche en León estuvo aderezada con sangre, pues de acuerdo con las versiones de las autoridades, se detuvieron a más de 60 personas, se reportaron al menos dos lesionados con armas blancas. Incluso se habló de dos detenidos por portar armas de fuego.

Fotos: Luis Arturo Hernández