Hay muchos poemas y textos que podrán englobar a la autora Emily Dickinson pero yo me quedo con este:

El alma elige su propia sociedad,
Después cierra la puerta
Para su divina mayoría
No más presentes.

La autora es un misterio pero también es el reflejo de unas de las mente más brillantes en cuanto a la composición de poemas se trata, y fue la labor de Jorge Esquinca el hacer un homenaje lleno de amor a la mujer que no salía de su cuarto y prefería la compañía de las letras que de las personas.

Esquinca en Cámara Nupcial le dedica 8 capítulos que tienen por musa a Emily Dickinson.  8 Capítulos de estilo distinto, entre los que sobresalen un monólogo en un todo de oda de amor, el intercambio de letras de Dickinson de parte de un anónimo representado como un joven de México de la época, 8 poemas inspirados en la única fotografía que existe de la autora y una crónica/poema sobre el viaje de Jorge hacia Amherst, donde visitó su tumba y antiguo hogar. Cabe mencionar que el libro se ha vendido de manera bastante apreciable tomando en cuenta que la poesía no es algo que se consuma a niveles muy rentables.

Platicar sobre Emily es el motivo por el que quiso escribir este libro, fascinación que surgió cuando en los 80’s escuchó sobre la autora en la película La Decisión de Sophie (Alan J. Pakula, 1982). Lo interesante de Dickinson es que a pesar de su enclaustramiento selectivo, fue una mujer lista, culta, y deseosa de expresar esto a través de su material que si bien no fue autorizado denotaba esta capacidad. Con este trabajo no busca hacer entender al lector sobre Dickinson sino apreciar el misterio que reflejó en su vida y obra.

Y uno comprende la pasión que Esquinca tiene por un personaje del que se ha enamorado y le debe mucho de su estilo y fascinación por la poesía. En un experimento nutritivo de pasión y estilo Cámara Nupcial queda como registro de parte de un hombre que abre su mente y cerebro al público y si se ha leído de la autora, constatar el impacto que todavía persiste.

Jorge Esquinca junto a su amigo y también autor Mario Heredia, quien deleitó a los presentes con un poema dedicado a su amigo.