LEON
Clímax

EXODO: DIOSES Y REYES.

Moisés es un personaje fascinante; si bien en el relato original, hay una falta de dramatismo y sólo se representa lo que hizo, el cine se ha encargado de darle peso dramático a su aventuras (o desventuras). Cecil B. Demille lo hizo dos veces, entregando a un Moisés imponente y duro, pero entregado a la misión de Dios. El otro ejemplo más célebre es el de Dreamworks y su “Príncipe de Egipto” (de la cuál hablaremos luego). Y Ridley Scott presenta a un nuevo líder de los Hebréos para una nueva generación.

Cabe decir que esperaba con ansias el estreno de esta nueva interpretación del personaje, es de mis relatos favoritos y siempre es una oportunidad de presentar tanto ideas nuevas, como un festín de actuaciones y efectos especiales. El resultado final…es una balanza de elementos buenos y malos.

Narrar la historia de Moisés es redundante, para aquel que no la sepa, un repaso rápido: Moisés vive con los faraones, pero desconoce su verdadero origen, resulta que no es de sangre real, y tras una serie de sucesos huye, llega a un poblado y conoce a Séfora, su esposa. Es a partir de ese punto que hace una vida hasta que recibe el llamado de Dios para que libere al pueblo Hebreo, y con una misión divina se dirige de nuevo hacia Egipto.

Lo que intenta hacer esta película, es darle un nuevo punto de vista a la historia, que es algo interesante; Por primera vez, vemos que Moisés es un estratega militar, algo que agradezco (considerando los 40 años que duraron en batallas, algo tenía que saber), y que la relación con Dios…puede que sea algo sacado de su propia locura. No se nos dice completamente que Dios está inexistente en la película, pero vemos que las plagas son el resultado de ciertas coincidencias que azotan Egipto; afuera los artefactos mágicos como el báculo de los reyes y las tablas de los mandamientos, tenemos un Moisés que debate con una deidad representada como un (literal) niño berrinchudo. Esto puede causar desconcierto, y la verdad sea dicha, al intentar hacer realista las plagas y la apertura del mar, de manera irónica lo vemos más incrédulos que el hecho de que hayan sido por intervención divina (sí, el hecho de que Dios ayude a un sujeto a través de un bastón es más lógico que una serie de coincidencias que azotan egipto).

Dicho esto, la relación de Moisés y Dios es interesante, nos hace preguntarnos si el hombre al que estamos acostumbrados a ver como un héroe, no es mas que un ser carente de razonamiento. Christian Bale hace un buen trabajo con Moisés, debatiéndose entre el liderazgo y la locura, además de lo poco que la trama y el guión deja ver del personaje y sus relaciones.

 

Acostúmbrate a ver a John Turturo,  Sigourney Weaver, Ben Kingsley y demás actores desaprovechados.

Acostúmbrate a ver a John Turturo, Sigourney Weaver, Ben Kingsley y demás actores desaprovechados.

 

Si es que le podemos decir relaciones o incluso interacciones, el personaje de Moisés habla muy poco con los demás, no expresa mucho sus sentimientos, entonces no hay un gran peso dramático al ver que abandona a su familia, o la relación con su hermana. Las pocas interacciones que tiene son con 2 personajes: Los dos Ramsés, o ¿Rámseses?. Es interesante ver como El faraón tiene un aprecio por Moisés, y lo considera el mejor hombre a gobernar que su hijo y heredero legítimo, esto hace que el propio Ramsés II tenga envidia del pobre hombre, es un giro interesante y que nunca se había tratado. El gran peso dramático, de que Ramsés II y Moisés eran hermanos y se tenían aprecio y respeto, no está aquí. Joel Edgerton no es un buen villano, no hay mucha empatía por su “hermano”,  salvo un diálogo de sorpresa, y es odioso…pero no de manera memorable, simplemente es algo odioso. Puntos extras para dejarnos entrever que Ramsés II es mejor hombre de familia que nuestro héroe, no sé si esto se haya hecho a propósito..pero me resultó bastante curioso.

No todo en la película es confuso y sin peso; la fotografía de Dariusz Wolski (también el encargado del asombro visual llamado Prometheus, también de Ridley Scott) es bastante buena y detalla el cuidado que tiene la película con los efectos y la producción. Los primeros se vuelven un deleite a la hora de presenciar las plagas y las escenas de acción, y hay un gran cuidado en vestuarios y en el uso de props que le dan ese aire clásico.

En cuestión de sonido, el trabajo de Alberto Iglesias está compartido por otros dos compositores, Harry Gregson Williams y  Federico Jusid, por lo tanto es complicado el indagar el por qué de esta decisión, aún así es bastante bien logrado. Williams se encarga de darle el tono épico que por momentos se siente muy genérico, y la dupla de Iglesias y Jusid se encargan de los momentos más calmados y donde hay temas de belleza absoluta. Es una mejora que aquella etapa de Ridley Scott con Marc Streitenfeld.

 

Particularmente este, que se volvió mi favorito.

https://www.youtube.com/watch?v=Q-8-4AczV8g

 

A pesar de que lo parezca, no odié la película; tiene sus problemas, eso es cierto, pero en ningún momento estuve aburrido, como dije, lo visual y la música le dan un aire épico a la película, que al final no logra decidirse por qué contar, si una historia de un hombre loco, la relación entre hermanos y demás; por como ha sido el paso del director en el cine, no se me haría raro ver una versión del director en los próximos meses, pues hay potencial.

 

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