CORTAZAR, GTO.- El ocho de junio del 2019 un policía preventivo de Cortazar, incitado por su padre, disparó su arma de fuego en contra de una familia que se resguardaba en su casa. Las balas hicieron blanco en la espalda de un hombre de 70 años y en un tanque de gas que terminó explotando y quemando a seis adultos y dos menores de edad.
El adulto mayor, identificad como Ignacio, murió ocho días después del ataque a consecuencia de los disparos recibidos. Su familia aún se recupera de las quemaduras.
A consecuencia de estos actos, Juan, quien en ese entonces era un policía preventivo de 33 años, así como su padre Juan, de 66 años, fueron sentenciados a 134 años de prisión por homicidio calificado, homicidio en grado de tentativa y daños por incendio.
Según datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG), todo se generó por una pelea entre los adultos mayores.
Juan (padre) subió a su casa a barrer la azotea y la basura le cayó a Ignacio (víctima). Los hombres discutieron en plena calle Guanajuato de la colonia Chilpancingo, hasta que Juan (padre) pidió la presencia de su hijo.
Fue entonces cuando llegó “Juanito El Policía”, quien instigado por su padre, terminó disparando su arma de cargo contra la casa de Ignacio y su familia, con los resultados que ya hemos descrito.
Ahora ambos están en prisión: el padre en calidad de instigador y el hijo en calidad de autor material de los hechos y por su calidad de servidor público.
De manera adicional ambos deberán pagar una sanción o multa, los gastos funerarios en favor del fondo de apoyo a las víctimas del delito, y una fuerte cantidad en favor de las víctimas indirectas.