LEÓN, GTO.- Luego de que se inundara la construcción del hotel “Hampton Inn”, ubicado a un costado del bulevar Adolfo López Mateos, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León, también conocido como Sapal, le echó la mano a la empresa constructora para evitar que la bronca siguiera creciendo.

La primera medida que tomó la banda de Sapal fue la de extraer el agua pluvial a través de bombeo, para que de esta manera, el constructor pudiera trabajar en la reparación.

Con esta talacha se logró reducir en el transcurso del día de ayer un metro de altura a los cuatro que alcanzó el nivel del agua.

Según Sapal, la inundación se debió a errores de ingeniería y a que los 12 millones de litros derramados eran provenientes de las lluvias y no de la red de agua potable.

Y es que durante la madrugada de este lunes el embovedado del arroyo El Ejido, que conduce agua proveniente de la sierra, colapsó ante la presión de la misma porque la empresa encargada de construir el hotel retiró la compactación de material que rodeaba el conducto.

El constructor asumió la responsabilidad del suceso y se comprometió a trabajar en la remediación a través de la asesoría del organismo operador como experto en ingeniería hidráulica.

Así pues, los carnales de Sapal presentaron como iniciativa para dar continuidad al flujo del agua y evitar que continuara vertiéndose dentro del terreno, la interconexión a través de una batería de tubos como medida provisional y posteriormente iniciar la construcción de la bóveda.

El desarrollador comenzó hoy a construir las ménsulas que soportarán las baterías tubulares por lo que se estima que el jueves estaría lista la reparación temporal.

Ojo, fue descartada la posibilidad de que las construcciones aledañas se encuentren en situación de riesgo, gracias a que el constructor tomó como medida preventiva la protección de las mismas con concreto lanzado.