TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.- Personas de la caravana migrante se enfrentaron con tijuanense que han manifestado su rechazo a que permanezca en esa ciudad.
De hecho los centroamericanos empezaron a discutir entre ellos, pues a algunos no les gustaba que otros subieran a la valla fronteriza, ya que lo consideraban como una actitud negativa que podría poner en riesgo el proceso de asilo.
Fue entonces que alrededor de 100 personas, quienes aseguraron ser residentes de Playas de Tijuana, llegaron al Faro donde estaban los migrantes y exigieron a las autoridades que los reubicaran porque temían por su seguridad.
Asimismo les gritaban insultos y amenazas a los centroamericanos y a los agentes municipales que estaban desalojando la zona para el traslado a albergues.
Algunos migrantes fueron evacuados del lugar, pero otros más se decidieron permanecer pernoctando en Playas, pese a las constantes agresiones de los tijuanenses.
Con el paso del tiempo los humos se caldearon y hubo varios conatos de enfrentamientos físicos que las autoridades detuvieron.
Los centroamericanos respondían con agresiones verbales los insultos que recibían de los residentes de Playas; mientras tanto, activistas pro migrantes y policías les pedían que ignoraran lo que les decían y se mantuvieran en silencio.
Durante la noche algunos de los tijuanenses que se manifestaban se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas y alrededor de la medianoche comenzaron a empujar y golpear a los reporteros que se negaban a dejar de grabarlos y fotografiarlos.
En tanto, las mujeres locales arrojaron piedras a los migrantes y a los medios, mientras estos huían.
Incluso algunas mujeres y niños migrantes tuvieron que echarse a correr para resguardarse de las piedras.