Si hay un hombre que tendrá una estatua en su honor por su carrera  y trayectoria, debe de llamarse Lloyd Kaufman. El tipo ha realizado de las películas más grotescas y baratas que puedas imaginar, y todo esto…siempre con ganancia tanto de seguidores, como de ingresos.

Nos gusta la basura, no lo neguemos; no tiene nada de malo tener un gusto de algo que está en contra de un estándar de cine tanto de autor como hollywoodense. Para adentrarse en este mundo de efectos especiales con gore, senos, y actuaciones malas, no hay una película que grite esto, como El Vengador Tóxico.

Melvin Flerd (Mark Torgl) es un flacucho que se dedica a limpiar el gimnasio de Tromaville, ciudad que alberga grandes cantidades de desperdicios tóxicos y es azotada por los crímenes que maníacos, homicidas, vagabundos o simplemente ciudadanos realizan. El trabajo de Melvin no es nada fácil, esto es por que siempre es humillado por una pandilla de físicoculturistas: Bozo, Slug, Wanda y Julie. la actividad favorita de estos tipos, además de molestar a Melvin, es jugar a atropellar gente y conseguir puntos con eso, mientras que las féminas del grupo toman fotografías de los cadáveres.

No por nada la película viene con esta advertencia al principio.

Un día, los pandilleros están hartos de la torpeza de Melvin, y deciden jugarle una broma. Julie seduce a Melvin, y queda de verse con él en la piscina para tener sexo fogoso y salvaje, con la única condición de que use un vestido de bailarina de ballet, ya que eso la prende. Melvin, no es el chico con mejor suerte en eso de las damas, así que sin dudarlo se pone ese tutú y va todo emocionado a la cita.

Al llegar, comienza a besar a Julie en la oscuridad, pero al prender las luces, resulta que ha estado besando a una oveja todo este tiempo; humillado y en frente de todos los que realizan ejercicio en el local, decide correr, pero estos lo siguen con sus risas y acoso. Mientras tanto, afuera del gimnasio, un camión que carga desechos tóxicos se detiene en las puertas, ya que los conductores quieren aspirar una bolsa de cocaina que llevaba uno.

Melvin, en un momento de pena y miedo, salta de la ventana del gimnasio y cae directamente a los botes de desperdicios tóxicos. Sale gritando del dolor y sin que nadie lo ayude, pues piensan que está bromeando, hasta que se incendia.

Y todavía creen que está actuando.

Melvin llega a casa de su madre y comienza a mutar en un ser musculoso y deforme. Melvin ya no es un chico flacucho, ahora es el Vengador Tóxico, y está dispuesto a librar una batalla con los criminales de la ciudad de Troma, y también buscar a esos abusivos que le hacían la vida de cuadritos.

El Vengador Tóxico tiene un encanto que atrae de manera prohibida a los jóvenes, su promesa de escenas de sexo y violencia son grandes, pero además de eso, tiene un valor como pocas películas; esto es porque notas que la gente que está haciendo la película se entretiene, y no lo hacen con la intención de ser una maravilla del séptimo arte, lo hacen para contar la mejor historia de un deforme con tutu y mechudos como armas que haya existido.

Mark Torgl es quizás lo primero que se viene a la mente cuando uno piensa en la palabra perdedor, no es mala persona, solamente es un sujeto torpe y que no es social; su aparición es breve, pero hace que nos sintamos con ansias de saber qué será de su camino de violencia y venganza. El que se lleva la película es Toxie, es un monstruo gigante y poderoso, y que a pesar de parecer una bestia imbécil, tiene una voz suave y calmada, además de un corazón; su relación con Sara, una chica ciega y bastante guapa, además de ser graciosa y extraña….de cierta forma es muy conmovedora, hay una secuencia donde los vemos hacer actividades de pareja, además de tener sexo, por ello el extraño y conmovedor se mezcla con efectos bastante graciosos.

Y bailan mejor que yo.

Los villanos de Toxie son sobreactuados, y violentos de manera estúpida, no tienen motivaciones más que las de ser malos…y para la película funcionan, logran arrancar una sonrisa y esperas a que tengan su merecido; encima de todo esto, creo que hay una especie de crítica hacia la cultura de los gimnasios que la película decide no enfocarse completamente a ella y sí en ver las escenas violentas y desventuras de nuestro mutante favorito.

Y no, Slug no es Corey Feldman.

La película me gusta bastante, pero tiene sus detalles que nunca me han agradado, como los personajes homosexuales estereotipados, siempre me hacen sentir incómodo al ver la película (no es como si una película de un mutante que parece materia fecal teniendo sexo fuese de por sí algo que puedas ver con alguien) y ciertos momentos donde el uso de material que ya vimos en las escenas anteriores es usado una y otra vez; esto no está hecho para juntar escenas o peleas, su intención es la de comer tiempo, vemos 2 montajes de la escena de amor de toxie y 2 montajes del ejército llegando a la ciudad, me imagino que esto lo hicieron para que las canciones que consiguieron no fuesen interrumpidas.

Por que eso sí tiene, un soundtrack tan maravillosamente chafa, las canciones son pegajosas y bastante “ad hoc” a la época, así como el tema principal del Vengador Tóxico es el uso repetitivo de “Una noche en la árida montaña”, en sus momentos dramáticos, ¿Y el tema del villano? pues la misma obra, pero en sus momentos de calma….el que haya hecho esto, ahorró mucho dinero y es un genio.

Tema culposo, pero del que no me canso nunca de escuchar.

El vengador Tóxico ha sido tan influyente, que varios directores de los que conocemos ahora, se han declarado fanáticos del filme, James Gunn trabajó en Troma, y le ofreció un cameo a Lloyd en “Guardianes de la Galaxia” (2014), cosa que aceptó gustosamente. Porque Kauffman es un director que si bien hace chatarra, incita y anima a los jóvenes realizadores a hacer sus proyectos y que no tengan miedo contra los estándares de Hollywood, el mismo vivió eso. Ningún estudio apoyó su idea para un filme de horror de gimnasio, y con su propio dinero y compañía la hizo, haciendo a Toxie la mascota de la empresa, y eso es algo que muchos de nosotros quisiéramos hacer, es nuestro sueño ideal.

Vulgar, Obscena, Grotesca, Violenta, pero nunca aburrida, eso es lo que diría yo de la obra cumbre de Lloyd Kauffman, quien concibió a un héroe poco común, para una ciudad que pedía a gritos un héroe como él.

http://youtu.be/l2TGV0C6iVo