EL HOMBRE DE C.I.P.O.L
La guerra fría fue una época de incertidumbre; un estadounidense no podía dormir en la comodidad de su hogar sin pensar en que al otro extremo del planeta había unos sujetos con afición al vodka preparando la explosión atómica de sus vecinos, su perro, su esposa, y más importante: su nación. Esta época es la razón por la que el género de espías renació.
Todos sabemos de James Bond, es algo que ya conocemos incluso sin haber visto alguna película del 007 -situación muy rara- pero lo cierto es que no es el único. Entre toda la política y carrera espacial, surgieron cientos de proyectos de espionaje, el hombre de C.I.P.O.L fue uno de ellos. Carente de la fama de otros materiales, la serie se volvió de culto y es parte de una pasión oculta entre varios realizadores, de los cuales trataron de llevar sin éxito alguno la idea de adaptar las aventuras de Napoleon Solo y compañía en el cine, hasta ahora.
El proyecto anteriormente contaba con la dirección de Steven Soderbergh, quien tras salir de este el suplente es Guy Ritchie, célebre en los años pasados por ser el director de las dos películas del mejor detective del mundo (aunque los fanáticos del caballero de la noche se ofendan). Entonces, con Ritchie en el mando de la película, todos esperamos una película llena de acción, humor, y estilo, y el hombre de C.I.P.O.L cumple a medias.
Lo primero que uno nota, es la total funcionalidad de la película para hacernos sentir en una década antigua con sus escenarios italianos que forman esta noción de plasticidad y despilfarre; es imposible el no pensar en el gran trabajo que la película pone en el vestuario y los gadgets -autos, relojes, teléfonos-, no luce como parodia, ni como burla, es una carta de amor a este estilo y a su elegancia. También aprecio cuando una película se toma el tiempo de presentar una introducción animada, de esos momentos en donde juegan con el diseño del logo de la empresa y a través de una canción nos enseña un trasfondo sobre lo que estamos a punto de ver.
Pero el hombre de C.I.P.O.L tiene problemas; a pesar de ser una trama de espías (ocasionalmente compleja), la dinámica que mueve todo el proyecto es la alianza entre un ruso y un americano, y por cliché y sencilla que pueda parecer nunca llega a su potencial, los dos personajes nunca se tienen confianza y nunca crece un sentimiento de comodidad y empatía. Henry Cavill tiene una figura atractiva, masculina y elegante, su vestimenta siempre formal y una finura en su andar es excelente, pero no es el mejor actor de la historia, es muy simplón, nunca pierde la compostura y no expresa empatía o emociones. Arnie Hammer por otra parte es mejor, con un ruso esquizoide y siempre a un paso de ser violento, pero con un mayor desarrollo hacia su personaje y hasta capaz de hacernos sonreír con una comedia física ocasionalmente bien lograda. Las que sorprenden son las mujeres, Alicia Vikander como Gaby es una compañera de aventuras de estos dos brutos muy agradable y de la que se vuelve el foco de atención en el trío por la gama de colores que porta, y su actitud jovial. Y Elizabeth Debicki es una “femme fatale” devora hombres de rasgos finos y déspota que resulta ser un villano peculiar pues a pesar de su frialdad y actitud calculadora, no todo le sale bien.
La música de la película es fantástica; el encargado de componer es Daniel Pemberton y entrega un trabajo con sonidos similares a los que Lalo Schifrin, Armando Trovaioli y Ennio Morricone usaron en una etapa híbrida de pop e improvisación de jazz, le da un estilo único a la película y no cae en el cliché de tratar de hacer un sonido renimiscente de John Barry por ser de espías. De igual manera la selección de canciones es deliciosa, busquen el disco y disfruten mucho de la música, es apreciable incluso fuera de esta y es bastante relajante.
Para iniciados y fanáticos del Italiano es imposible en no pensar en “La Resa” o en “Érase una vez en el Oeste” del siempre genial Ennio, aunque igual y no falte el pendejo que grite “eso es de Quentin Tarantino” como pasó en mi sala de cine.
https://www.youtube.com/watch?v=tChXRRfRXJg&list=PLyI79F2bhXuH7yzvNMKZg7cJOBPqb0mro&index=1
El Hombre de C.I.P.O.L es una llamada seria de atención a Guy Ritchie -quien se dispone a realizar una película del mito Arturiano-, en esta ocasión no vislumbra esa pasión por las escenas de acción ni por la comedia que sus actores tienen en conjunto con diálogos mordaces; revoltosa, y en su mayoría fría, es una bonita estampa que puede cautivar por el estilo y cariño visual de producción. No es que perdamos al director británico, más bien no se siente a gusto con el material que está adaptando.
Horrenda no es, pero ciertamente debe ser la menor del género en este año repleto de espías.