CIUDAD DE MÉXICO.- Desde el calificativo de “error histórico” interpuesto por el historiador Enrique Krauze, hasta el de “traición” a la patria por parte del galardonado director de cine, Alejandro González Iñárritu, han surgido entorno a la reunión que sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto con el candidato presidencial republicano de los Estados Unidos Donald Trump.

“No me parece valiente la posición de reunirse en privado con un hombre que ha insultado a ese grado y con esta historia nuestra, con esta vecindad y con lo que el pueblo mexicano ha sufrido a lo largo de los años con respecto a esa vecindad (…) es un error histórico”, dijo Krauze horas antes de la reunión entre ambos copetudos personajes.

Luego de la reunión en privado y la rueda de prensa en Los Pinos, donde el candidato republicano ratificó que no moverá un ápice su intención de construir un muro en la frontera y mucho menos ofreció una disculpa a los mexicanos por llamarlos rateros, criminales y violadores, las voces de millones de mexicanos de todos los estratos se dejaron sentir en las redes sociales.

Una de esas voces fue la del director de cine Alejandro González Iñárritu, quien dijo que “la invitación de Enrique Peña Nieto a Donald Trump es una traición. Es avalar y oficializar a quien nos ha insultado, escupido y amenazado por más de un año ante el mundo entero”.

En su defensa, el presidente Enrique Peña Nieto concedió una entrevista la noche de ayer en el noticiero 10 en Punto, de Televisa, con Denise Maerker, donde trató de ser incisivo al señalar que fue “enfático” en decirle Trump que México no pagará por el muro.

La explicación, pese a su pronta difusión en redes sociales no terminó de cuajar y la Presidencia de la República emitió un comunicado en el que, entre otras cosas, se establece lo siguiente.

“En sus discursos de campaña, Trump no nos ha tratado ni como socios, ni como aliados, a partir de una visión distorsionada de México y su gente. Por eso era importante hablar con él y aclarar que cualquier colaboración futura para fortalecer la relación entre ambos países, debe partir del respeto mutuo. La reacción de Donald Trump fue positiva. Estoy convencido de que cuanto más grandes son las diferencias, más se necesita del diálogo”.

Independientemente de esta postura, el sentimiento de millones de mexicanos se traduce en “error histórico” y “traición”.