POR:  ELIA AGUILAR

GUANAJUATO.- El Festival Internacional Cervantino número 41 está en puerta y si lo suyo son las óperas, una diversidad de homenajes y presentaciones de reconocidos artistas son parte de la “Fiesta del Espíritu”, entre ellos al poeta español José Bergamín y al pianista y compositor austriaco Víctor Ullmann.

Con el personaje principal encarnado por el barítono mexicano José Adán Pérez, la ópera de Ullmann “El emperador de la Atlántida”, fue escrita en el campo de concentración de Tezerin, Alemania, y hace alusión a Hitler y a la lucha entre la vida y la muerte que vivío Ullman al ser enviado junto con su familia a Auschwitz, y asesinado.

La obra donde el emperador Overall supera su orgullo y entrega su vida para regalar la vida eterna a su ejército ante la inacción de la muerte, fue recuperada por el doctor Emil Utiz, bibliotecario del campo de concentración, quien sobrevivió y logró que fuera estrenada en diciembre de 1975.

Esta crítica a las dictaduras y las alegorías a la libertad podrá ser apreciada por primera vez en México los días 9 y 11 de octubre en el Teatro Cervantes con la dirección de Hugo Hiriart, y bajo la batuta del maestro Juan Carlos Lomónaco.

El retrato de la violencia

Como un retrato de los tiempos violentos que envuelven al país hoy en día, “La sangre de Antígona”, obra del escritor español que será presentada los días 10, 11 y 2 de octubre en el Teatro Principal, muestra la inutilidad de las consecuencias de las guerras.

“¿Si los muertos no quieren mi vida, por qué quieren los vivos mi muerte?”, es la cruda pregunta de Antígona en el texto teatral dirigido por Ignacio García, quien reflexiona sobre la tragedia del ser humano humillado y arrinconado hasta los límites de lo soportable.