BARCELONA, España.- Póngale el calificativo que quiera, hay cientos de dónde escoger, van desde “vergüenza” hasta “lastimoso” pasando por “ardillas” y “pena ajena”; Lo cierto es que León, ese mismo equipo que hace poco más de dos años jugaba en las peores canchas mexicanas en contra las escuadras de la Liga de Ascenso, ayer fue goleado por 6-0 por el Barcelona en el mítico Camp Nou por el trofeo Joan Gamper que se quedó en casa.
Y es que la neta, no le piense mucho, a la Fiera le pasaron por encima, pero para todo aficionado de los Verdes, debe de ser un verdadero gusto haber sufrido esta derrota sobre todo por el ya mencionado pasado inmediato del equipo guanajuatense. En resumen, fue una madriza recibida con orgullo.
Sin embargo, también hay que ser objetivos, críticos (mamones pues…), León dejó de hacer muchas cosas, se lo comió el pánico escénico y se vio mal al menos durante los primeros 15 minutos, cuando el marcador ya iba en 2-0 a favor de los catalanes; Messi abrió el marcador apenas al minuto 2 y Neymar amplió la ventaja al 12 con un soberbio golazo.
Si bien después de los dos golpazos la Fiera comenzó a mover más la bola, a jugar más a su futbol y a tocar la puerta del Braça, para el equipo de Matosas era imposible tratar de pelear al nivel del rival si tiene en su alineación a mínimo 7 jugadores que están dentro de los 15 mejores del mundo encabezados, obviamente, por Lionel Messi, Neymar e Iniesta; Por cierto, León fue el sparring perfecto para poder ver el debut de Luis “El Mordiditas” Suárez, no hubo percances con su mandíbula.
Justo cuando León vivía lo que en teoría fue su mejor momento en la cancha, Carlos Peña no le falló a sus detractores y le entregó una pelota inmejorable al cuadro español para que, al son del “no me ayudes compadre”, y con 43 minutos en el reloj, se marcara el tercer tanto. Ya no hubo chance para más en la primera mitad.
El complemento obviamente tuvo decenas de cambios, neta ambos equipos sacaron a sus jugadores y apartar del minuto 70, fueron dos nuevos equipos los que se estaban enfrentando; León, la neta, ya no podía hacer nada, el Barça se fue con todo al frente y el premio llegó con tres goles más gracias a Munir, en dos ocasiones, al 54 y al 77, y Sandro al 89. El seis a cero era definitivo, el Gamper se iba a quedar en casa.
Acá lo que sucede ahora es que se abren las puertas del debate; Los detractores del equipo Esmeralda hablan de una situación penosa, de una vergüenza, mientras que otros tantos hablan de la realidad del futbol mexicano, de lo mal que estamos.
Seamos bien sinceros, al León sí le pasaron por encima, lo humillaron y le hicieron ver las carencias de su futbol, pero se enfrentó a uno de los equipos que conforman la élite del balompié mundial, a uno de los equipos dueños de la pelota global, a una de las escuadras económicamente más fuertes en todo el planeta, una que gasta cientos de mi miles de millones de euros al año en mejorar, el día que alguien en México se anime a invertir así, y su equipo se enfrente de nueva cuenta al Barcelona, y se repite este resultado, entonces sí, prendan los focos rojos.