¿Quieren oir una historia triste? 5 de Mayo de 1993, la serie de televisión “El Viajero del Tiempo” llega a su fin, una de las series de televisión más interesantes y queridas por una audiencia lleva a cabo su conclusión… y de una manera tan amarga, que es notorio el descontento de la audiencia. El episodio final de la serie de televisión es uno de los peores jamás concebidos, y le llovió al pobre de Scott Bakula, quien interpretaba el papel protagónico.

El actor que hacía suspirar a tu tía quedó relevado en papeles secundarios, su carisma al parecer no pudo contrarrestar los efectos de la serie de televisión, pero también analizando lo que fue uno de sus pocos proyectos con el papel estelar, uno se da cuenta de que Bakula, a pesar de ser un galán y porte… no estaba destinado para ganar.

En 1982, un grupo de personas armadas llegan al desierto de Mojave para acabar con un sujeto llamado Nix. Nix es una especie de mago y tiene a su séquito que no les importa vivir en el desierto, lleno de arena y las condiciones higiénicas más jodidas del país, algo así como Burning Man. Pero mientras Nix pueda hacer bolitas de fuego sus fanáticos se regocijan en la inmundicia; este grupo decide acabar con él pues consideran que ha ido muy lejos con su intención de sacrificar a una joven en uno de sus rituales. El grupo logra dar con Nix pero este ataca a Swann (Kevin J. O’Connor) y le ofrece visiones de “la carne con los ojos de un Dios”, antes de que Swann delire de más, logran capturarlo con un encantamiento y una especie de bozal.

 

De hecho, toda la secuencia del grupo en la casa de Nyx es fabulosa. David A. Koneff logra un ambiente Gótico Sureño con la casa en ruinas, pero uno a la expectativa de lo que pueda saltar en cada esquina.

Toda la secuencia del grupo en la casa de Nyx es fabulosa. David A. Koneff logra un ambiente que evoca al Gótico Sureño con la casa en ruinas, pero uno a la expectativa de lo que pueda saltar en cada esquina.

13 años después, Harry D’Amour (Scott Bakula) es un detective privado que tras la pista de un caso se encuentra con Quaid (Joseph Latimore), uno de los compañeros de Swann pero esta vez lo vemos como un adivinador del tarot y moribundo. Resulta que hay gente que todavía son seguidores de Nyx, y D’Amour comienza a indagar sobre el paradero de Swann, quien ahora es un ilusionista profesional ¿habrá tenido qué ver el ataque de Nix con sus actos de magia?

El pecado más grande de la película es su tono desinteresado, y es triste pues tiene potencial. Quizás la historia de Clive Barker (sí, el Clive Barker de Hellraiser dirige esta película) tendría mejor impacto en un medio que le pudiera dar el desarrollo adecuado y conocer a los personajes, como un videojuego, medio que ha jugueteado con Barker en muchas ocasiones y le ha entregado tramas que son consideradas de sus mejores trabajos; lo que tenemos aquí es una película que se siente incompleta, apurada, y nuestro interés dura 30 minutos a lo mucho, para después como un truco de magia desaparecer -¡Ja! ¿ven lo que hice aquí? soy un genio- y es que Barker permite situaciones incoherentes, y que sus actores tengan la calidad que uno esperaría de una película para televisión… o una película porno.

 

Hola romance forzado y desinteresado, te habías tardado en salir, pásale estás en tu casa...

Hola romance forzado y desinteresado, te habías tardado en salir, pásale estás en tu casa…

Scott Bakula se muestra aburrido y desentona como el detective D’Amour que dicho sea de paso debe ser el apellido más estúpido que he visto en una película; no es explorada su relación con lo paranormal, ni el por qué esto le aqueja tanto, hasta al final que se vuelve el “deus ex machina” de la película. Y Famke Janssen ese año tuvo escenas de sexo que le hicieron ganar el papel de Jean Grey. Fue eso o su actitud de damisela en peligro e inútil… que tiene similitud con el personaje de Marvel comics.

Es mala, pero tiene sus elementos que la hacen entretenida, elementos que aprecias por tu estado de tedio al final de cuentas. Te fijas en cómo un ilusionista tan exitoso y el mejor del mundo tiene unas entradas que lo hacen ver vulnerable y poco majestuoso en sus actos, y más importante, uno de los secuaces de Nix parecen salidos del grupo que chantajeaba al Dude en “El Gran Lebowski”, en serio, a veces estoy a la espera de que la música de fondo va a ser algo de Krautrock pero nunca sucede, no sé si esto sea bueno o malo.

 

Ich hasse die Tarot.

Ich hasse die Tarot.

Y siendo honesto, el clímax no es malo, volvemos a la casa del inicio y se crea un pandemonio cuando tratan de resucitar a Nix, los efectos especiales son buenos, sobre todo en las criaturas. No entiendo por qué que muchos detestan el final, siempre argumentan que por perder la atmósfera que reitero ¿cuándo la tuvo?

 

Barker y su fascinación por los resucitados de carnes lastimeras.

Barker y su fascinación por los resucitados de carnes lastimeras.

El Amo de las ilusiones no es de los mejores trabajos de Clive Barker, si te consideras fanático del escritor inglés no pasará desapercibida, pero si no es así, toma mi consejo y puedes ver otros proyectos que le han resultado mejor, y a los cuales no les echa la culpa a una escena de sexo innecesaria y larga que por no aparecer en la película “ya no representa su visión”.

 

Ahora sí decides verla, pues cada quién elige su veneno en esta vida.

 

 

 

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