IRAPUATO.- La acusación contra exempleada de la Diócesis de Irapuato por el supuesto robo de 18 millones de pesos durante cuatro años. derivó en el probable enriquecimiento ilícito de sacerdotes.

La demanda penal, con fecha 20 de diciembre de 2016, fue presentada ante la agencia del Ministerio Público por monseñor José Gerardo Velázquez Solís, en su carácter de apoderado de dicha Diócesis.

Esto lo acreditó con la escritura pública número 3969 de fecha 14 de diciembre de 2009 otorgada ante la fe del notario público número 37 de este partido judicial de Irapuato, Guanajuato.

La acusada del robo es Paloma, excontadora de la Diócesis de Irapuato, que trabajó ahí durante 13 años, quien aseguró que sacerdotes son los responsables. La acusada dijo que se desviaron fondos del diezmo, rifas y donaciones para el seminario.

“Trabajé alrededor de 24 años para la iglesia católica, los últimos 13 años para la Diócesis de Irapuato, donde me desempeñé como contador público. Todo empezó con la rifa del 2016 para ayuda del seminario; el obispo José Jesús Martínez Zepeda, el padre José de Jesús Andrade Marmolejo y el padre Rubén Herrera Luna decidieron que ese dinero no entraría a la cuenta fiscal para ahorrarse el IVA”, declaró.

Dijo que eran alrededor de nueve millones de pesos que entraron a una caja fuerte en la oficina del ecónomo, de donde constantemente se sacaba dinero; aseguró que el ecónomo era quien tenía la llave de la caja pero se la dieron a ella para que entregara dinero a otro sacerdote y fue ahí cuando notó que faltaba dinero.

Cuando abrimos la caja el padre Oziel se dio cuenta que tenía un bajón considerable de dinero y dijo ‘el padre Rubén se está robando el dinero’; eso fue en agosto y septiembre y en octubre otra vez volvió a ir por dinero y otra vez la caja estaba revuelta”, narró.

Recordó que en la caja había solamente 900 mil pesos cuando se suponía debía haber entre cuatro y cinco millones de pesos. La indiciada refirió que esta situación detonó que haya sido inculpada del supuesto desfalco.

Pese a ello, aclaró que esta suma fue retirada de las cuentas de la iglesia, pero con la autorización, firmas y destino a los mismos presbíteros.

“El dinero se entregó a los padres, se tienen todos los papeles de esos retiros, pero me quieren hacer responsable del robo de ese dinero, cuando ellos fueron los que hicieron uso de él. El detonante fue lo de la caja chica, como eso no lo pueden comprobar porque no se fiscalizó me quieren hacer ver que yo me robé ese dinero y no es así”.

La acusada afirmó que se han violado sus derechos legales y humanos, donde la Diócesis de Irapuato hizo uso del poder e influencias que tiene con el Ministerio Público.

Se han negado a hacer la investigación de los sacerdotes de nombres monseñor José Gerardo Velázquez Solís, el presbítero Rubén Herrera Luna y monseñor José Jesús Martínez Zepeda, quienes están involucrados en el robo de 18 millones de pesos”, finalizó.

Lo anterior mediante la Unidad Especializada en Delitos Patrimoniales bajo la carpeta expediente 65824/2016.