DIFÍCIL PRUEBA PARA FEDERER, VA CONTRA DJOKOVIC EN SEMIFINALES
El español Rafael Nadal alcanzó hoy las semifinales del Masters 1.000 de Bercy tras derrotar al francés Richard Gasquet por 6-4, 6-1.
El mallorquín apenas precisó de 67 minutos para acabar con el galo, compañero de generación y al que ha ganado en las doce ocasiones que lo ha afrontado.
Su rival por un puesto en la final saldrá del duelo entre el también español David Ferrer, defensor del título y tercer favorito, y el checo Tomas Berdych, sexto cabeza de serie.
Nadal dio un paso más hacia la consecución de uno de los tres títulos de Masters 1.000 que todavía no figuran en su palmarés, junto a Miami y Shangai.
Finalista en 2007 y semifinalista en 2009, el español persigue además asegurar el puesto de número uno del mundo, que amenaza con arrebatarle el serbio Novak Djokovic, también semifinalista en Bercy y que se medirá contra el suizo Roger Federer por un sitio en la final.
Además, de sumar la victoria, el mallorquín se convertiría en el primer tenista que gana seis Masters 1.000 en la misma temporada.
Nadal volvió a demostrar la superioridad moral que tiene con Gasquet, un tenista de enorme talento y vistosidad, que este año completa una de las mejores temporadas de su carrera, lo que le valdrá para acudir, por segunda vez, al torneo de Maestros de Londres la semana próxima.
Les separan nueve plazas en el ránking y Nadal saltó con la ventaja moral de haberle derrotado en las once veces precedentes.
Ambos tenistas siempre han sido comparados. Niños prodigio de la misma generación, sus carreras se bifurcaron con los años. Mientras el español ha ido amasando títulos hasta completar uno de los palmarés más completos de la historia del tenis, el francés ha acumulado decepciones, siempre por debajo de lo que se esperaba de él.
La diferencia volvió a quedar patente en la moqueta de Bercy, una superficie más apta a Gasquet y que podía igualar la diferencia que existe entre ambos.
Pero ni el piso ni el apoyo del público francés pudieron con un Nadal que, de nuevo, mostró una mejoría de su juego con respecto a los dos primeros duelos, frente a Marcel Granollers y al polaco Jerzy Janowicz.
El español saltó decidido a cerrar el partido por la vía rápida. Al segundo servicio del francés, que comenzó sacando, ya le rompió.
Pero, arropado por su público, Gasquet recuperó el saque en el siguiente. El mallorquín necesitó de tres juegos más para volver a arrebatarle el saque en el séptimo.
Esta vez fue la buena y Nadal conservó su servicio hasta el final de la primera manga.
El golpe moral ya fue insuperable para Gasquet, que concedió sus dos primeros servicios del segundo set, incapaz de contrarrestar el juego “liftado” del español, que una y otra vez le arrinconaba en la pista.
Sus intentos por romper la dinámica subiendo a la red se saldaron con fracaso las más de las veces. Nadal llegó a ponerse 4-0, en buena disposición para cerrar el partido.
Gasquet ya era un fantasma en la pista, con el único fin de alargar lo máximo posible la fiesta de su público. Pero la fiesta no era tal, era una carnicería. Nadal no tuvo piedad y cerró el partido en la segunda oportunidad que tuvo.