DE JUERGAS NEFASTAS / por: Gerardo Mares
Hay tipos como el editor en jefe de este changarro digital, que se la pasan de juerga en juerga poniendo a prueba la salud del hígado por el consumo de bebidas de dudoso origen. Hasta la fecha, un servidor no ha comprobado las mieles de la cerveza Pípila, la marca artesanal espirituosa que gusta de libar la tribu a la que pertenece el Picón. Como la envidia me corroe y me he tenido que conformar con la ingesta de marcas harto convencionales, además me di a la tarea de realizar una selección de videos que hablan en serio en esto del hedonismo extremo.
Beastie Boys. (You gotta) Fight for your right (to party). Eso de organizar una fiesta aprovechando la ausencia de los padres tiene sus riesgos, en particular, la de los colados gamberros; papel que me gustó desempeñar en la prepa con un bonche de cuates sembrando el terror del anfitrión en turno. El trío de cantantes, ya convertido en binomio por la muerte de Adam Yauch, deja como legado este desopilante video que declara el derecho manifiesto al placer y desenfreno sin consecuencias ni moral de por medio. El jet set sigue siendo una de las víctimas favoritas en esta forma de expresión; pero para honrar el fair play, mencionar que
Los tipejos son unos gorrones gandallas, no lo vamos a negar.
Molotov. Yofo. No hace mucho tiempo, el caifán mayor acusó de falsa y burguesa la propuesta coprolálica del grupo chilango. Quizá no estaba del todo equivocado, ya que las proposiciones tanto en la lírica y como en lo sónico se ha ido amansando a pasos agigantados. A decir por lo expuesto en el video, de la provocación inicial y la acidez política que más o menos manifestaba su opera prima queda muy poco. Esta es una fiesta demasiado convencional y muy aburrida como para querer estar ahí, no muy digna a la memoria de los desmadrosos creadores de la rola Puto… o del lujurioso video Rastamandita.
Sum 41. Fat lip. A la saludable propuesta anarquista del grupo canadiense en una especie de verborrea punk existencialista con acné, le corresponde un adecuado video que se lleva a cabo a lado de un freeway… o sea, no importa el lugar ni las lamentables condiciones en que se encuentre, sino el espíritu de comunión y las ganas de compartir y divertirse; mandando al carajo la alienación y marginación de la condición social. A veces uno sueña con la juventud perdida.
John Cougar Mellencamp. Hurts so good. Habría que levantar un monumento a los productores de este video camp estrictamente por dos razones: uno, por llevar a cabo un fiestón con nenas en paños menores dentro de un minúsculo Dinner, y dos, por haber logrado que estos hell angels se hayan portado como blancas palomitas y no se tomaran la molestia de destrozar el establecimiento como es una de sus sanas costumbres. La rola de Cougar, un clásico que no rotó por la tele como debería a causa de las féminas rockeras en calzones negros.
Jimmy eat the world. The Middle. Lo curioso de este video es el divorcio que plantean las imágenes del corto con las ideas conservadoras de sus realizadores. Los únicos personajes que conservan las ropas son los músicos y el nerd protagonista. Y todavía se dan el lujo de chorearnos moralmente hacia el final. Yo, por supuesto que me quedaría en el desmadre y a lo mejor todavía andaría buscando mis calzones. Por lo demás, una rola que fue absolutamente mal interpretada por el crew que realizó el video con la participación de jovenzuelos de Arizona.
The Rolling Stones. Like a rolling stone. Este video pareciera sugerir que los vetarros músicos ingleses viven en un estado lisérgico permanente. Lo cierto es que su cruda e irónica descripción de un mundo burgués harto gélido y despiadado hace que se enchine el cuero. Y que la soberbia manipulación de las imágenes provoque alguno que otro mareo. Se ve muy poco de las fiestas y reuniones, pero lo poco se ve, hieden como a aquelarres diabólicos.
R.E.M. Imitation of life. La prueba visual de que las fiestas son más divertidas mientras más caóticas se presenten. Aquí, al igual que el microfilme de los Stones manifiesta una soberbia manipulación en los cuadros que la componen con un agregado: la acción en segundo y tercer plano es igual o más interesante que la registrada en primer plano. Claro, esto queda en evidencia cuando la lente se enfoca a cada uno de los personajes y lleva la narración por otros linderos. La plástica chata y artesanal como de video de vigilancia contribuye al logro, en uno de los mejores productos alucinados de su tipo. La rola, a la altura de un grupo de leyenda.
Santana. Smooth feat. Rob Thomas. La sensibilidad latina queda de manifiesto en esta excelente canción de Santana, tan proclive a sacar sonidos agudos de su requinto como antaño. Eso de tomar la calle para armarla ya es cosa del pasado, pero aún recuerdo dos o tres toquines en la colonia industrial, cerrando las calles con toda impunidad y a gozar por un rato de buen rock. Eso ya no sucede y no creo que la “nueva liberalidad priísta” lo vaya a permitir. Ver a las latinas del video mover las caderas como ellas saben no tiene precio.
https://www.youtube.com/watch?v=MXp413NynFk
Marilyn Manson. Tainted love. Lo único peor que puede pasar es que si a tu fiesta llega una pandilla de colados, ruégale a Dios que no sea Marilyn Manson y su troupe de friquis góticos. El guateque adquirirá irremediablemente un tono medio macabro, pero también traerá una sensualidad grotesca que hará inolvidable la reunión. ¡Qué lejos quedó la inocencia y la época de los Beastie Boys!
Metallica. Whiskey in a jar. Esto no es una fiesta, es una orgía perpetrada por el L World y que se gana el lugar de honor nomás con el puro sentido del exceso. No en balde, para proteger la integridad de los músicos hubo que grabar sus partes por separado, antes de que estas fieras en brama y estimuladas por las tachas y el alcohol empezaran a dejar inservible el mobiliario. Demás está decir que hay tres versiones del video por razones de censura y que la letra nada tiene que ver con el producto audiovisual, un cover homenaje de Metallica a una canción de Thin Lizzy.