CUANDO LAS MARCAS ESCUCHAN A LAS CURVY
Por: Gabilú Mireles
fatgab.com
El #orgulloCurvy llenó mi corazón cuando vi en una de las avenidas de mi ciudad, un espectacular con la foto de una chica guapísima con curvas y la frase: “Curvy is the new skinny”.
No, no es una campaña pro-obesidad, sino el mensaje que Liverpool, una de las cadenas de tiendas departamentales más grandes de México, eligió para decirle al mundo que ella se estaba uniendo al movimiento curvy, lanzando varias marcas para vestir a las mujeres de tallas grandes y lo hizo con una campaña así de clara.
¡Por fin, una tienda más para agregar a la austera oferta de tallas grandes en México! Luego me enteré que estaba organizando Curvy Girls, un meet-up con curvys mexicanas y prensa para presentar las novedades que están planeando para las tallas grandes. ¡Yo tenía que estar ahí y ver este suceso con mis propios ojos!
De stand en stand, fueron presentando las líneas de jeans, casual-wear y ropa interior, todas con propuestas increíbles, estampados y tecnología de impacto. Los medios estaban anote y anote todo sobre las tendencias y las telas, pero a mí, como una clienta curvy real, me quedaban algunas dudas sin resolver…
¿Hasta que tallas llegan? 44 mexicana (2x americana, que apenas me queda a mí). 🙁
¿Dónde estará disponible la nueva colección? Sólo online, no en tiendas 🙁
La niñita gorda dentro de mí, esa que creció frustrada por siempre ir a la tiendas y quedarse con las ganas de probarse algo de su talla porque ninguna marca se dignaba a venderle ropa diseñada para su edad, esa que en su propio país nunca encontró nada lindo arriba de la talla Grande, esa que llegó al meet-up emocionadísima porque por fin una tienda iba a hacer las cosas bien, esa niña se sintió un poquito decepcionada.
Pero a diferencia de cuando era pequeña y no podía hacer nada más que sentirme mal, esta vez era diferente, porque aquí estaban los representantes de la tienda, así que me acerqué a ellos y hablé. Hablé mucho. Les pregunté por qué estaban vendiendo sólo hasta la talla 44, por qué tenían la ropa disponible sólo online, en vez de darme la oportunidad de comprar ropa en cualquier tienda junto a mis amigas de tallas chicas y medianas.
Su respuesta fue la más honesta: no sabían. No estaban ni siquiera contemplando que estos fueran problemas para las chicas curvys. Pero escucharon y anotaron todo y fueron muy francos.
Dijeron, “No tenemos todas las respuestas aún, pero queremos tenerlas”. Y en efecto, no las tienen porque hasta hace poco se dieron cuenta de que existimos.
Obviamente no nos conocen al 100 todavía y están poco a poco entendiendo nuestros problemas, frustraciones, miedos y cómo hablarnos.
Pero lo importante es que una de las grandes se puso las pilas y está volteando a ver a las curvys. Está tiendota ya dijo, “oye, como que ya son muchas las gordas como para no darles algo padre en nuestros racks”. Y eso, Liverpool, eso se agradece.
Pero para que este movimiento no lo controlen las tiendas, si no nosotras, tenemos que hablar y decirles lo que queremos, los que necesitamos, todo lo que siempre nos ha molestado de la experiencia de comprar.
A quien no habla, no lo escuchan. Y ahora las marcas quieren escuchar. Así que hablemos.