KAZÁN, RUSIA.- Bastan sólo unas cuantas frases y una cámara vivaz para que Cristiano Ronaldo se convierta en el hombre más odiado de México aún sin conocer exactamente de qué demonios estaba hablando.

Y es que el astro portugués charló con Pepe al regresar a la cancha para el complemento del duelo entre su selección y la mexicana, y le dijo: “Eh, son muy malos, son muy malos”, frases que los camarógrafos en la transmisión del juego lograron captar.

De inmediato los medios, principalmente los españoles, comenzaron a hacer eco de la breve charla del portugués para darle las mil y un interpretaciones posibles que pudiera tener el caso, desde la propia prensa ibérica, los árbitros del partido o los regímenes fiscales.

En México todos pensaron que fue personal y nada más. Que hablaba de nosotros, que los malos (al menos dentro de la cancha) éramos nosotros.

Las críticas comenzaron a desbordarse en las redes sociales, el juicio público a Cristiano por su nueva “muestra de humildad” comenzó y para ser sinceros, se fue muy al extremo.

Para ser francos, nadie sabe (y tal vez nadie sabrá) de quien hablaba, pero al menos Ronaldo lo logró de nuevo, se posicionó aún más en todos los medios de comunicación y se puso en boca de cientos de miles como sólo él sabe hacerlo.