Costó 232% más caro cancelar el NAICM que hacerlo, indica ASF
CIUDAD DE MÉXICO.- Este sábado, la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer que el costo total de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco fue un 232% mayor al que se había previsto, pues el gasto fue de 331 mil 996 millones de pesos.
Según datos del organismo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes indicó que serían 100 mil millones se pesos lo que costaría parar la construcción del NAICM, pero en estas cifras no se consideró la inversión ejecutada y el valor de la terminación anticipada de los contratos, por lo que no se incluyeron las implicaciones derivadas del esquema de financiamiento definido para la construcción, ni los costos por representación legal.
Este costo se dio a conocer durante la presentación a la Cámara de Diputados de la tercera parte de la Cuenta Pública 2019.
En dicho informe se detalla que el 49.3% del monto, que se refiere a más de 163 mil 540 millones de pesos, se erogaron en 2019.
Cabe mencionar que el monto incluía los costos no recuperables de la inversión ejercida entre 2014 y 2018, por 70 mil 497 millones de pesos, y de la terminación anticipada de los contratos y convenios de obra, adquisiciones y servicios, 7 mil 629 millones de pesos.
Además, se incluyeron costos derivados del esquema de financiamiento para la construcción, relativos a la recompra del 30% de los bonos emitidos, es decir, 50 mil 887 millones de pesos, y la liquidación de certificados bursátiles de la Fibra-E, que corresponde a 34 mil 027 millone de pesos, y los costos legales derivados de la cancelación del proyecto, que representan 498.5 millones de pesos.
Sin contar los 168 mil 455 millones de pesos por costos adicionales derivados de obligaciones pendientes para la cancelación.
Por si esa no fuera ya mucha lana, la ASF informó que este monto todavía podría incrementarse ya que queda pendiente la liquidación del 70% de bonos emitidos para pagar la construcción, y falta contemplar los costos adicionales por la liquidación de los contratos pendientes, no por los juicios y demandas interpuestos.