Conquista Paloma equidad de género en panadería
LEÓN, GTO.- Es una tarde airosa en el Barrio de San Juan de Dios musicalizada al ritmo del danzón pero en la panadería “La Tradicional”, ubicada a media cuadra de la plaza principal, Paloma Carmona Villegas hace una pausa entre el acomodo de las donas, conchas y el bolillo, para confesar lo orgullosa que se siente de ser la única mujer entre sus compañeros panaderos.
“Cuando yo llegué había puros hombres haciendo el pan, pero yo tuve la disposición de aprender y me interesaba en ayudarles a mis compañeros. Yo empecé a fijarme cómo lo hacían y a granjearme con ellos para que me enseñaran, así aprendí a estar en el tablero del amasijo. En el tablero aprendí a amasar, a seguir las instrucciones, a llevar bien las recetas y a decorar, mis compañeros me enseñaron”, reflexiona.
En el marco del mes conmemorativo al Día Internacional de la Mujer, esta pandera de 43 años celebra que las mujeres tengan un lugar en oficios que tradicionalmente eran dominados por los hombres como ocurre entre los panaderos.
“Antes la mujer no destacaba como ahora, era más rechazada que los hombres, pero en esta época ya la mujer a veces destaca más que el hombre”, dice en entrevista con ContrapuntoNews mientras acomoda las charolas de pan.
Esta mujer de tez blanca y cabello rubio pertenece todavía al reducido grupo de mujeres panaderas que amasan y hornean pan en una panadería mexicana.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportan que existen más de 55 mil panaderías en el país de las cuales el 97 son micronegocios, pero el oficio continúa dominado por panaderos pues la mayoría de las mujeres son contratadas solo para la atención directa con los clientes, labores de limpieza, acomodo del producto, entre otras tareas.
Paloma recuerda que ella misma fue contratada por su patrona inicialmente para atender a los clientes y cobrar el producto, pero un día se animó a involucrarse en el trabajo que realizan los panaderos.
“Yo entré como ayudante para el mostrador y para la atención al cliente. Mi primer aprendizaje fue con los clientes, tuve que aprender a ser amable con ellos porque lógicamente que de los clientes comemos, de los clientes percibimos un sueldo, por eso es muy importante la atención al cliente porque del cliente sobrevivimos. Ya después me gustó venirme al área de tablero y empecé a ayudarles a mis compañeros a preparar masas, a batirlas, a decorar, fui aprendiendo poco a poco hasta dominar el oficio”, explica.
A cinco años de ser contratada en esta panadería y tras recordar todos sus aprendizajes para poder amasar y hornear su propio pan, Paloma se enorgullece de conquistar la equidad de género en su trabajo a partir de las enseñanzas de sus compañeros y anima a las mujeres a que se atrevan a vencer obstáculos.
“Yo les digo a todas las chicas que traten de salir adelante. Hay que triunfar con la llave del éxito, no hay que tenerle miedo a nada y si alguna vez fuimos dañadas por algo, hay que levantar nuestro ego porque somos mujeres y valemos mucho”, señala.
Una de las cosas más gratificantes en su vida como panadera, dice, es saber que su patrona fue una mujer que le dio la oportunidad de tener un trabajo en el que pudiera desarrollar habilidades distintas para las que fue contratada y de esta manera poder sacar adelante a sus tres hijos.
“Estoy muy contenta y muy satisfecha de que mi patrona me dé trabajo y me dé la oportunidad de trabajar aquí. Espero que todas las mujeres nos enfoquemos en salir adelante porque la vida es muy bonita y nos merecemos vivirla bien”, agrega.
A medida que transcurre la tarde en el barrio de San Juan de Dios, aumenta el bullicio de los paseantes mientras que en la panadería “La Tradicional” Paola ahora se ocupa de atender a los clientes que llegan en busca del bolillo, las conchas, los cuernitos, el dominó y otros panes que elaboró esta panadera junto a sus compañeros.
“Adiós Chiquilla, adiós chiquillo”, les Paola dice a sus clientes al despedirlos con la familiaridad de quienes se saben de este barrio.
CONÓCELA:
Nombre: Paloma Carmona Villegas
Edad: 43 años
Oficio: panadera
Le gusta que le digan: “Chiquilla”
Frase destacada: “Hay que triunfar con la llave del éxito”
Texto, Evlyn Cervantes. Imágenes y edición, Paco Picón.