MÉXICO, D.F.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denunció la desaparición del sacerdote Gregorio López Gorostieta desde la noche del 21 de diciembre, en un artículo del obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda.

Según la versión de la Iglesia, el padre Gregorio se dirigía al seminario cuando fue interceptado por un grupo de hombres armados y a partir de ese momento ya no se supo nada de él, sólo se encontró su camioneta abandonada

Al recabar las versiones de los seminaristas y las hermanas religiosas se llegó a la conclusión, que  personas ajenas al Seminario vigilaron las instalaciones por la tarde noche del domingo. Algunos seminaristas que iban llegando de las diferentes parroquias, vieron entre la oscuridad que algunas personas extrañas merodeaban el lugar.

El lunes por la noche, nuevamente gente ajena al Seminario intentó entrar a la casa de las Hermanas Religiosas, logrando escapar al verse descubiertos.

El miércoles, sacerdotes, seminaristas y fieles católicos marcharon en Ciudad Altamirano para exigir la presentación con vida del sacerdote. “En la diócesis de Altamirano queremos la paz”, se leía en las pancartas que portó la gente.

Hasta la fecha son tres sacerdotes los que han sido asesinados en esta zona, primero fue el sacerdote de Arcelia, Abecuc Hernández Benítez, quien fue asesinado junto con dos seminaristas Eduardo Oregón Benítez y Silvestre González; y posteriormente los sacerdotes Cambrón Ascensión Acuña Osorio, de Arcelia y Joel Román Salazar.

Esta es la primera vez que la Iglesia en Guerrero realiza una marcha para pedir la liberación de uno de sus sacerdotes, aunque ya se han reportado varios casos de agresiones encontrar de la Iglesia en la región de la Tierra Caliente.