Hay mucho de perverso y doble moral en el mensaje emitido a la sociedad sobre la chica guanajuatense victimizada primero por un sicópata drogadicto y después por un sistema judicial distrófico, oligofrénico, sexista y francamente inútil.

Ante tal abuso de incapacidades, omisiones y arbitrariedades en el proceso judicial consignadas en los portales de noticias, hasta dan ganas de formar parte de una turba para tomar la justicia por propia mano.

Pero eso sólo nos convertiría en unos seres despreciables a la altura del acosador. Queda el subterfugio que a través de los años varios artistas han denunciado las muchas caras de la difícil condición femenina.

Aquí va una breve selección que sirva, en la medida de posible, para hacer conciencia.

TLC. Waterfalls. Un guetto doméstico como antesala al infierno. Y una canción que se convirtió en un hito en la cultura del hip hop al narrar la desventurada condición femenina en territorio comanche. Esta rola es como un resumen de la descarnada novela de Richard Price “Clockers”, un asunto de violencia callejera que se vuelve extensiva a los hogares de la marginación afroamericana.

Metallica. Turn the page. Para a quien no le haya quedado claro, el video trata de una audiencia en un juzgado donde se le está retirando la patria potestad sobre su hija a una teibolera en un producto que habla abiertamente de la dureza de la vida para la gente desfavorecida. Es como si de alguna manera, el tercer mundo con todos sus defectos y conservadurismo se hiciera presente en la nación más poderosa y conservadora del mundo.
http://youtu.be/w-4N48vtqRo

Madonna. Papa don’t preach. La indiferencia paterna como otra de las caras sobre la insensibilización y presión psicológica. A ello hay que agregar un embarazo no deseado y el evidente acento sobre la incertidumbre sobre el destino convierten a la canción de Madonna en un lamento desesperado. Congela la sangre la frialdad de sentimientos la interpretación de Danny Aiello.

Eminem. Stan. Con la rudeza que lo caracteriza, Stan del rubio rapero gringo es la descripción de un fanático enajenado, alienado y confundido a través de una estética miserabilista. Quién lo paga caro es el personaje de Dido, una mujer frágil, humilde y embarazada para mayor escarnio. Cruda y directa.

Maná. Ángel de amor. Estupendamente interpretado por Maya Zapata, este video es una especie de cortometraje que narra algunas caras del acoso, con una resolución que no deja lugar para las dudas: este ángel fue vejado hasta la ignominia por un universo machista pocas veces retratado con aliento neorrealista.

Miguel Mateos. Lola. Atención a la letra de esta rola del maestro Mateos: la cruda crónica de una chica que salvó de ser violada por su propio progenitor, claro, parricidio de por medio. Esto vuelve a la letra una terrible descripción de un ser que ha perdido las raíces y en medio de una cacería policial. El pecado de ser mujer en una tierra donde no existe la defensa propia.

Pink. Fuckin’ Perfect. Alecia Moore pone el dedo en la llaga. El acoso y esta cultura de la violencia también es practicada con harto entusiasmo por el género femenino. Así la canción se convierte en una especie de grito desesperado. Al parecer esto no tiene una salida en lo inmediato.

Mecano. Mujer contra mujer. De abierta simpatía por el universo de Lesbos, lo sorprendente de la propuesta de Mecano es la sutilidad y el acento poético para hablar de un tema no tan común en un país que también se las gasta sabroso en eso de la violencia de género.
http://youtu.be/B-SKt4OPSsE

Pat Benatar. Love is a battlefield. Bueno, la Benatar no se anda con medias tintas, así que del castrante universo domestico pasa inmediatamente al degradado ambiente urbano de la explotación sexual; mujeres objetos para su comercialización en las noches de la gran ciudad. Aunque de final optimista, vale la pena por su acento de denuncia.

Amaral. Salir corriendo. Ya el puro principio del corto es una declaración de principios. Entonces resulta lógico la tristeza de la rola y que resalta lo absurdo de la resistencia femenina para soportar estas condiciones de violencia perpetua. Honesta, Amaral no da respuesta alguna, sólo pide que hay que salir corriendo