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CLÍMAX (ROBO-COP)

Por: Deusdedit Diez de Sollano

Aclaremos algo: es un hecho de que la gente te mirará con incredulidad reflejada en los ojos cuando al mencionar tus películas favoritas aparezca Robocop. ¿La razón? debemos aceptar que es un concepto por demás ridículo; incluso el slogan que aparecía en el póster deja a uno con una mezcla de intriga y ridiculez: “Part Man, Part Machine, All Time Cop” dejándonos claro que, Robocop sólo pudo haber sido concebido en los 80’s, una época que es recordada y reverenciada por la cultura pop de nuestros tiempos.

Mi fascinación por el filme comenzó desde joven, y puedo decir con seguridad que sí, a simple vista puede parecer la idea más ridícula jamás creada, pero muy en el fondo se esconde un filme inteligente y lleno de crítica que en nuestros días aún se pueden sentir fresca.

Para quienes no hayan tenido la fortuna de ver la película -me pregunto ¿Qué están haciendo con sus vidas?- la historia va así: Alex J. Murphy es el nuevo oficial en Detroit, ciudad que se ha vuelto una completa distopía en donde reina el crimen, el desempleo está en las nubes y la sensibilidad por la vida no tiene cabida en el ser humano.

Murphy es abatido brutalmente durante su primer día y a partir de ese momento su cuerpo queda a disposición de OCP, la compañía de mayor peso en Estados Unidos y que se ha apropiado de todas las redes imaginables, tanto de comercio, políticas, y de medios. Es entonces cuando surge una idea tan estúpida… que podría funcionar: crear una máquina centinela de la ley cuya furia contra los criminales sea implacable, que esté al servicio de la ciudad sin descanso, sin oposición… y así, nace Robocop.

Peter Weller se dedica completamente a hacer la idea de un policía robótico como una idea seria y de peso dramático. La mayoría del filme no vemos su rostro y actúa de manera fría como en efecto, un robot. Pero es cuando las emociones se rebelan frente al estándar automático de su ser que sentimos mucha lástima por él y nos hace reflexionar sobre la capacidad del espíritu humano y nuestros sentimientos, siempre sobreponiéndose frente a la tecnología y el status moderno que afrontemos.

Y toda esta búsqueda de identidad la hace mientras reparte justicia y actúa de manera recta ante la Ley: todo un héroe. Asimismo, es fascinante la idea de que el “sidekick” (o compañero) sea una mujer, y una mujer tan ruda como un hombre y en un futuro violento que no se detiene ante la diferencia de género. La muy guapa Nancy Allen como Ane Lewis es muy entretenida de ver; su personaje es muy astuto y ayuda a nuestro héroe en su búsqueda; no hay un interés amoroso forzado, ni tampoco es una damisela en peligro, es igual de “badass” que Robocop, sin las partes mecánicas haciéndola progresista en una época repleta de mujeres rudas.

¿Y qué hay de la mentada crítica? Robocop tiene la extraña característica de en ocasiones cortar con comerciales que nos presentan ideas extremas y bizarras de productos o noticieros donde se nos relata la situación global de manera rápida; estos segmentos, me parece que nunca los he visto en algún otro filme y están plagados de humor negro exquisito, con una crítica hacia las compañías que son carne y hueso del estilo de vida americano: ten un auto, un buen bronceado, juega con tus hijos (aunque el juego sea sobre el terror nuclear), sé una bestia sexual, sé todo. Compañías que sólo buscan posicionarse en el mercado y vida de la gente, y que son un reflejo de la opulencia y falta de compromiso que tiene OCP, el verdadero villano del filme.

Extremadamente violento, Robocop fue de las primeras películas que me enseñaron lo mucho que se puede realizar con efectos prácticos, estos efectos caricaturescos como los splats de sangre o mutaciones, hacen que todo se sienta más palpable en la audiencia, y les provoquen desde asco hasta una admiración morbosa. Aderezando los efectos especiales, están unas muy bien logradas secuencias de acción que, con el Score del genial Basil Poledouris se vuelven inolvidables, fácilmente uno de sus trabajos mejor logrados y emblemáticos.

Al final de todo, Paul Verhoeven fue el director correcto para el filme; su anterior filmografía era muy variada en temas, y siempre con una preferencia ante los temas como la sexualidad y la violencia. Robocop fue su primer acercamiento a la ciencia ficción, y a mi parecer comprendió la naturaleza del filme, dándole un aire caricaturesco, violento, y que retrató muy bien los excesos de una época. Verhoeven tomó la arriesgada tarea de un filme B, y nos hizo seria la idea de un robot policía come papilla de bebé…y por eso le estaré eternamente agradecido.

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