GUANAJUATO, GTO.- Jean-Philippe Vielle Calzada, investigador del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) en Irapuato, fue denunciado por cuatro científicas por acoso y hostigamiento sexual.
El caso fue dado a conocer mediante una investigación publicada en la revista internacional “Science”, la cual en parte es reproducida en este medio.
En dicha publicación se establece que en las denuncias, así como en otros documentos y entrevistas, las científicas, algunas todavía estudiantes, alegan que Vielle Calzada intentó besarlas, o bien, las tocó sin su consentimiento, las presionó para iniciar una relación con él, les hizo insinuaciones románticas, les envió regalos y poemas, y tomó represalias profesionales contra ellas tras ser rechazado. Los presuntos incidentes ocurrieron entre 2013 y 2019.
Recientemente, las autoridades institucionales comunicaron a una de las denunciantes, en un correo electrónico que ella compartió con Science, que ya habían canalizado su caso a los responsables de sancionar administrativamente a servidores públicos, aunque todavía no se ha emprendido ninguna acción al respecto. Las otras tres denunciantes no han recibido información sobre el progreso de sus denuncias y asumen que siguen pendientes.
Vielle Calzada, de 56 años, niega todas las acusaciones, pero decidió no hablar de ninguna denuncia específica. Los alegatos son “falsos, infundados, artificiosos y espurios”, escribió en un comunicado que compartió con Science tras recibir una lista detallada de preguntas. Además añadió: “Creo firmemente y apoyo la necesidad de erradicar cualquier forma de violencia de género” en el ámbito académico.
Angélica Cibrián Jaramillo, en su denuncia que compartió con Science, describe cómo Vielle Calzada la invitaba repetidamente a hoteles, a pesar de que ella siempre rechazó esos avances. Escribe que él le contó que las mujeres eran su debilidad y que sabía que tenía un problema. En una entrevista, alega haber recibido llamadas de Vielle Calzada durante las que el investigador lloraba y le decía que estaba enamorado de ella.
En 2015, según la denuncia, Vielle Calzada intentó besarla en un centro comercial de Irapuato; ella esquivó el beso. En 2016, al final de un foro internacional en Ciudad de México, ella se acercó a él para despedirse. La misma denuncia describe que Vielle Calzada le dijo que se alegraba mucho de verla y que “podía tocarlo” para comprobar que era “bien dotado”.
En 2016 María Ávalos Arcos, una especialista en genética de poblaciones humanas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Juriquilla, asistió a una conferencia sobre genómica en Cancún que Vielle Calzada ayudó a organizar. En una denuncia que presentó ante el Cinvestav y que posteriormente compartió con Science, alega que él se acercó a ella y le pidió discutir en privado algo “profesional” y algo “personal”. Ávila Arcos, que no le conocía y acababa de regresar a México para crear su propio grupo de investigación después de seis años de estudio en el extranjero, aceptó.
Cuando estuvieron a solas, Vielle Calzada le dijo que siempre podía acudir a él en busca de ayuda y enfatizó que tenía estrechas relaciones con un funcionario de alto rango de la UNAM. “Después de mostrar su nivel de poder … me hizo insinuaciones románticas. Dijo estar ‘enamorado’ de mí”, escribió Ávila Arcos en su denuncia. Ella rechazó los avances, pero más tarde recibió correos y un libro de parte de él.
Tres años después, Ávila Arcos solicitó una beca de investigación para estudiar muestras de ADN antiguo, que incluían maíz. El tema estaba relacionado con el trabajo de Vielle Calzada, pero a ella le incomodó que él participara en el proyecto. En su denuncia, Ávila Arcos afirma haber llamado a Vielle Calzada directamente para explicarle que no quería incluirle en la propuesta de investigación debido a sus comentarios en Cancún. Alega que, a partir de entonces, él tomó represalias profesionales contra ella, diciéndole a otros investigadores de Langebio que era manipuladora. Una persona confirmó a Science que Vielle Calzada hizo tales comentarios.
Una tercera denuncia fue presentada por una ex alumna de Vielle Calzada, que posteriormente se unió a su laboratorio como staff scientist. La mujer pidió mantener el anonimato debido a la influencia del denunciado y por temor a represalias.
En su denuncia, que compartió con Science, afirma que Vielle Calzada no la acosó sexualmente cuando era estudiante de posgrado ni durante la mayor parte de su estancia como científica en su laboratorio. Sin embargo, poco antes de dejar el trabajo, a mediados de la década de 2010, le pidió a Vielle Calzada cartas de recomendación para una beca y un programa de doctorado. Ella dice que él accedió, pero que no las envió de inmediato. Una tarde, según la denuncia, Vielle Calzada le pidió hablar en su oficina. Cuando estuvieron a solas, sacó una botella de tequila y le ofreció un trago. La joven científica aceptó, pero discretamente tiraba la bebida cerca de una maceta.
En la denuncia alega que Vielle Calzada le dijo que siempre se había sentido atraído hacia ella y que había estado enamorado de ella. La ex estudiante añade que la invitó a un viaje a solas con él a la playa y le prometió enviarle los boletos de avión. “Estaba apanicada”, dijo en una entrevista. “Estaba temerosa de que cualquier cosa que fuera a decir pudiera repercutir con mis cartas de recomendación”. Según ella, la reunión duró seis horas, y recuerda haberse ido de Langebio muy tarde a la noche.
Los boletos de avión nunca llegaron, pero Vielle Calzada le envió después un correo, que ella compartió con Science, en el que escribió: “Hoy tengo cerca todo menos tu mirada […] Te extraño… no se por que te extraño [sic]”. Adjuntó una foto de un poema erótico escrito a mano que menciona partes del cuerpo de ella.
Días después, dice la joven científica, recibió las cartas de recomendación. Rechazó los avances de Vielle Calzada y le recordó que tenía novio. “Le dejé muy claro de forma personal [que] yo estaba muy dispuesta a una amistad pero no más”, escribió en su denuncia.
Seis meses después, Vielle Calzada le envió un correo acusándola de haber hablado mal de él y su grupo de investigación. En este nuevo correo, que ella compartió con Science, Vielle Calzada escribe que hablaría con su nuevo asesor respecto a “algunos ajustes” que debía hacer a la carta de recomendación.
Una cuarta denuncia viene de una asistente de investigación que dejó el grupo de Vielle Calzada en 2019 y pidió mantener el anonimato por temor a represalias profesionales. En su denuncia, que compartió con Science, dice que conoció a Vielle Calzada cuando trabajaba como asistente de otra investigadora en el Cinvestav.
Poco después, alega, Vielle Calzada trató incesantemente de convencerla de salir con él, la llamó a altas horas de la noche y le envió rosas a su casa. Ella siempre rechazó sus insinuaciones. Su denuncia incluye documentos adicionales que compartió con Science: poemas y largos correos emotivos. En ellos, Vielle Calzada se disculpa profusamente por molestarla, describe detalles sobre su familia y la invita a tomar un café. También le escribió una carta romántica de cinco páginas y le sugirió que no la leyera hasta el año 2045. Ella le dijo que estaba saliendo con alguien y, cuando su trabajo en el Cinvestav concluyó, se mudó a otra ciudad.
Ocho meses más tarde, en 2018, alega en su denuncia, Vielle Calzada le ofreció un puesto como asistente de investigación en su laboratorio. Ella dice que accedió con la condición de que la relación fuera meramente profesional. Pero alega que él rompió ese acuerdo un par de meses después, cuando estaban a solas en el coche de Vielle Calzada, y él le dijo que no estaba enamorado de ella pero que apreciaba su “alma”. La joven narró en su denuncia que él la presionó para que fueran amigos y le dijo que sabía que las frases que ella escribía en redes sociales iban dirigidas indirectamente a él. Ella sintió que el investigador estaba invadiendo su vida personal.
Decidió dejar Langebio para siempre. “Renuncié a un sueño porque mentalmente estaba cansada”, escribió en su denuncia. Se mudó a otro estado y comenzó sus estudios en otra universidad.
Otras dos mujeres que trabajaron en el laboratorio de Vielle Calzada, una técnica y una auxiliar administrativa, alegaron que el investigador las presionó para entablar una relación romántica o sexual con él. Ambas pidieron permanecer en el anonimato, por temor a que la situación las perjudique emocional y profesionalmente. Ninguna presentó una denuncia oficial porque no se sintieron apoyadas por el Cinvestav o porque no sabían que era posible presentarla.
CONOCEMOS DE SEIS VÍCTIMAS: LAS LIBRES
La mañana de este miércoles la dirigente del Grupo de Derechos Humanos Las Libres, Verónica Cruz, ofreció una rueda de prensa en la que dio a conocer que están acompañando a cuatro de las víctimas, pero detalló que saben de la existencia de un total de seis casos.
“Nosotras tenemos conocimiento de seis víctimas del mismo agresor. Solamente tres de las víctimas decidieron hacer la denuncia formal por la vía administrativa, por eso estaba describiendo el protocolo, es vía la función pública a través del órgano interno de control Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN). Las víctimas deciden no ir a la vía penal, no hay denuncia penal en el Ministerio Público”, dijo Verónica Cruz.
Detalló que las víctimas han decido llevar su caso por la vía administrativa.