CHURROS A REVENTAR / por: Gerardo Mares Rodríguez
León, Gto.- Generalmente, los críticos de cine estamos permanentemente condenados para reseñar filmes considerados, hasta por el señor Juan Penas, como las de calidad o de arte y ensayo; sea lo que estos conceptos signifiquen para tan insigne ciudadano; obras que por lo usual nos representan entre dos horas de terapia al estilo ludovico o un aburrimiento clase snob. En la década de los ochenta, por fortuna, se proyectaron en las desaparecidas salas de cine de nuestra ciudad, cintas comerciales bastante jodidas o pedorras, pero que gracias a su malsana propuesta y a su desopilante sentido de la desmesura, son ahora redimidas por la cultura friqui de la posmodernidad. He querido realizar un pequeño acercamiento a algunas de estas bazofias, de riguroso estreno en la ciudad. Sin orden de preferencia.
Xtro. Harry Bromley Davenport (1983). Proyectada en la sala Madrid, este pariente pobre de Alien y ET, el extraterrestre, juega de manera burda y grotesca con los conceptos del horror corporal vertidos en la filmografía de David Cronenberg. El asunto es que se trata de un filme tan absurdo y plagado de sin sentidos argumentales que mezcla sin tapujos desde el cine de invasores alienígenas violadores, ambientes del cine de terror y hasta bisnes del thriller psicológico. Contiene una escena impactante, de hecho la única de la película, la que abarca el nacimiento del primer híbrido mutante de humano-entidad marciana, suponiendo que la pinchurrienta nave espacial provenga de Marte. Y tuvieron el descaro de realizar una secuela…
http://www.youtube.com/watch?v=RbpHhcPCnyE
Humongous. Paul Lynch (1982) Desvergonzada copia y plagio a la saga de Viernes 13, una alusión poco afortunada a la estética lacustre de Crystal Lake y su violencia de tinte misógino. Esta película, confunde aburrimiento con construcción del suspenso. Eso sí, cuando la violencia se desata, hasta se dan el lujo de destruir la maqueta de un yate de lujo, en una escena icónica de la serie B norteamericana. Este director, nada más para aclarar, no tiene nada que ver con el iconoclasta David Lynch. Creo que circuló por la “sala de arte Buñuel”…
http://www.youtube.com/watch?v=1-Pxmat3b1E
Hell Night. Tom DeSimone (1981). El segundo o tercer éxito de Linda Blair… al menos en el aspecto taquillero, ya que esta fraudulenta película insinúa un regreso de la cachetona actriz de Nacida Inocente, a los temas del ocultismo y la demonología. Y a cambio presenciamos una deschavetada mixtura de mazacote asesino serial al estilo Jason Voorhes con una plástica que hace referencia declarada a La Matanza de Texas. El resultado es un bodrio más o menos redimido por la fuerza sobrenatural y el humor involuntario de varias escenas a cargo del acosador que agarra como marionetas a los pobres, infelices y lastimeros estudiantes universitarios, como ganado al matadero…
http://www.youtube.com/watch?v=WK89XlOUWms
Dawn of the mummy. Frank Agrama (1980). El año de producción del filme, no es necesariamente una referencia a su exhibición en la ciudad, dada las políticas censoras de la época. Así, este tardío ejercicio a un mito tan querido de la Universal Pictures tiene el dudoso honor de ser la película con el peor ritmo de toda la selección, sin el menor atisbo de una elaboración atmosférica decente, pero que contiene a unas momias con una gula por el gore, dada la merienda de tripas humanas que se revientan los esbirros de Safiraman… el sacerdote impío despierta con una furia asesina gracias a la profanación de su tumba y en la que fue utilizado como fútil accesorio decorativo por un equipo de rodaje que realizaba un comercial en el marco del Egipto faraónico…
http://www.youtube.com/watch?v=GzMER37eV8g
Reptilicus. Sidney W. Pink (1961). Reptilicus es una pobre marioneta sin ningún tipo de control muscular, lo que provoca que su largo cuerpo caiga continuamente sobre las maquetas de los edificios de un suburbio danés. Esta inusual producción fílmica vikinga se aprovechó de la popularidad e impacto del célebre monstruo Godzilla y, calcando las propuestas psicotrónicas de la serie nipona, elabora con un singular sentido del desparpajo, una creatura que pasó con más pena que gloria por las pantallas de la ciudad. Yo la “disfruté” en una función de matinée y nunca la pude olvidar… algo bueno debe de tener, aunque hasta la fecha, no he podido encontrar algunas de sus virtudes, salvo la añoranza por un pasado de una época prenuclear.
http://www.youtube.com/watch?v=0DR01wDvGVA
The beast within. Philippe Mora (1982). Producción australiana que se afilia a la corriente exhibicionista del Grindhouse, aprovechando el filón de la entonces joven e influyente cinta de Sean S. Cunningham, mezclando sin pudor alguno un violador serial, venganza parapolicíaca y hasta un mazacote monstruoso pariente lejano de la horripilante bestia humana. De claro tinte amarillista y un enfermiza descripción de los homicidios con cuerpos mutilados, cosa rara en nuestra ciudad, llegó exhibirse con notable éxito. De seguro la censura se quedó dormida y aprobó su proyección por puro reflejo condicionado.
http://www.youtube.com/watch?v=4jUD5bvUIkE
c. Philippe Mora (1985). Después de tres ejercicios psicotrónicos (responsable también de la tercera parte de la franquicia de Aullidos), el buen Philippe desapareció del mapa, al menos en lo que tiene que ver con la difusión de sus cintas posteriores en las pantallas de nuestra ciudad. Encargado de las realizaciones para extender y exprimir al máximo posible la saga de los licántropos surgidos de la demencial mente de Joe Dante, la segunda parte se beneficia de la presencia de una potable Sybil Danning, de unos ambientes abigarrados exóticamente darketos y que fueron plagiados por la producción de estudio que se aventó Un Hombre Lobo Americano en Paris, la secuela de un clásico. Atención a la escena que describe el apareamiento de las creaturas, se entiende, para la preservación de la especie.
http://www.youtube.com/watch?v=x6bOh0up7sQ
Alien: Contamination. Luigi Cozzi (1980). Lo admirable de los mercachifles italianos, fue su disposición y disciplina para plagiarse cuanta película de éxito se les pusiera por enfrente y además, quedaran impunes por sus violaciones flagrantes al copyrigth. Fue una época donde los fusiles sobre todo a la segunda parte de Mad Max pulularon por los cines piojitos en México. Pero el delirio alcanzado en la ciencia ficción que calca, con muy mal tino, las propuestas estéticas de Alien, el octavo pasajero, de otro nivel… De la trama, mejor ni hablamos, pero supuestamente, un alienígena llega a la Tierra a desatar el horror en su vertiente splatter.
http://www.youtube.com/watch?v=zNElWgJ6ecg
Cannibal Holocaust. Ruggero Deodatto (1979). El holocausto caníbal de Deodatto es la película maldita emblema de una década que abrió las puertas al género más cochambroso que la producción fílmica mundial haya inventado: el mondo, una extraña hibridación hecha por italianos y cuya secuencia de verismo documental ha sido adoptado por la corriente de cine de terror cámara en mano, aunque estos asépticos realizadores no acepten abiertamente dicha influencia. El mondo, una forma de cine incluso superior en eso de tocar sin miramientos o sutilezas aspectos de la podredumbre humana, es más impactante y enfermizo que su pálido descendiente denominado torture porn. De hecho, el presente tráiler manifiesta un tipo de violencia incómoda y sucia, a años luz de distancia de largometrajes como Hostal, que parece realizado por una hermanita de la caridad, en comparación…
http://www.youtube.com/watch?v=1rQI9BaipJM
L’ultimo squalo. Enzo G. Castellari (1981). Más que un fusil, El Último Tiburón es una especie de remake no oficial de la película dirigida por Steven Spielberg, que supera en eso que llamamos despectivamente como entretenimiento, a las monótonas secuelas financiadas por la propia Universal nomás con el puro sentido del exceso… de antología las acrobacias de un escualo que genera la impresión de estar más a gusto en la superficie que en la profundidad de su medio ambiente natural, secuencias grotescas y de un tremebundo humor involuntario como las que se incluyeron en el tráiler promocional de la edición en Blu Ray. A destacar la presencia de James Franciscus, todo un tótem en el cine de bajo de presupuesto y la presencia de un Vic Morrow en horas bajas, seguramente para pagar las cuentas.