León, Guanajuato. Por fin llegó el día, Luego de una semana, el equipo campeón, el León de seis estrellas estaba en casa y con eso, el desfile del monarca con todo y copa estaba pendiente, así que la ciudad de volcó para ver, vitorear, aplaudir y cantarle a sus campeones, a estos jugadores que desde aquel 15 de diciembre, pasaron a la historia.
Quizá la ciudad no se paralizó, pero, el trayecto del Estadio León a Presidencia Municipal era simplemente, una marea verdiblanca, no sólo había ‘raza’, por aquellos que discriminan a la afición verdiblanca.
La realidad es que en camino había de todo, ancianos que con toda su pasión le gritaban ‘León, León’ al paso de los camiones, niños, niñas que veían a sus jugadores y emocionados les gritaban, “Gullit, Márquez te amamos”, ellos fueron los más solicitados, al igual que el portero William Yarbrough.
Pero también había gente que aprovechando el momento salían de sus casas en familia, todos de verdiblancos para festejar, poco, muy poco, les importaba que el camión apenas pasara a unos centímetros, lo único que querían era estar cerca de sus jugadores.
Hasta los trabajadores de restaurantes, bancos, zapaterías, de todo había en el camino y en las azoteas, sin duda, celebrar al campeón luego de 21 años de ausencia de un título, no era para menos.

CAMINITO ‘VERDIBLANCO’
El camino fue largo, comenzó a las 15:30 horas como se tenía planeado, era impresionante la cantidad de personas que en un minúsculo lugar había, todas, todas, vestidas de verde; muchas pendían de un poste, o trepados en árboles, no importaba dónde, lo único que estaba en la mente de los fanáticos era poder estar cerca de sus campeones y verlos levantar la copa, cosa que hicieron en diversas ocasiones durante el trayecto.
El camino estuvo dibujado de caras felices, muchos coreaban el ‘León, León’ o lo hacían más significativo con los ‘Caminos de Guanajuato’, obviamente, se repetía una y otra vez el verso dedicado a León, “La vida no vale nada”, cantó desde el camión el zaguero Nacho González y que a todas luces era quien más interactuaba con la afición desde el camión.
Finalmente, el camino era una fiesta, banderas, hasta una piñata de León, muy bonita, pero que terminó en manos de los jugadores y posteriormente, colgado de cabeza de un semáforo, su dueño, terminó por buscar la manera de bajarlo y continuar con su león pues ya tenía la firma de todos los jugadores.
Lo verdaderamente caótico fue llegar al patio trasero de Presidencia Municipal, sólo dos motocicletas abrían el paso, así como una camioneta de la empresa de camiones que patrocina al equipo, pero de ahí en más, todo era gente, niños, personas, mujeres, hombres, todo se ponía en el camino del camión, aún cuando ponían en riesgo sus vidas y las de los pequeños que muchos aficionados traían.
Al final, saldo blanco, ninguno terminó bajo las ruedas de los camiones de jugadores, prensa y familiares.
Pero, llegar al centro era imposible, los jugadores tuvieron que salir del camión totalmente resguardados y ya de ahí sin problemas llegaron hasta la sala de cabildos, donde se entrevistaron con la Alcaldesa Bárbara Botello.
Posterior a esto, salieron los jugadores, quienes se pusieron a cantar con la afición los cánticos de las barras, Nacho González nuevamente era el más emotivo, brincó, cantó, dedicó la copa a la afición y hasta posó tal como lo hizo cuando le anotó gol al América, algo que prendió aún más a la afición.
Dos momentos cumbres, sin duda el más emotivo cuando Rafa Márquez, el capitán y líder verdiblanco, tomó la copa y la levantó a todo su pueblo, mismo que se le entregó, “Es para ustedes”, le dijo a la afición con señas y luego, claro, tuvo que posar para la foto con la alcaldesa, a la que por cierto le fue muy mal con la afición en el momento que el equipo se despidió.
Finalmente, los miles de fanáticos verdiblancos, pudieron disfrutar a su equipo, a sus campeones, muchos, por las calles y otros en el corazón de la ciudad, ahí, donde hace año y medio festejaban apenas el regreso del equipo al máximo circuito, hoy, hay hubo un motivo más para celebrar… La Sexta Estrella.