LEÓN, GTO.- Sorpresas impregnadas de sonrisas burlonas se adueñaron este jueves de la sesión del Ayuntamiento Leonés, durante una acalorada discusión entre los regidores del PAN y del PVEM.
El pago de afectaciones de terrenos para el Parque Lineal Sardaneta fue el motivo del encontronazo.
La onda estuvo así; durante la sesión se aprobó gastar 11 millones de varos pa la compra de terrenos que se requieren para hacer el parque.
Sin embargo, las dos regidoras y los dos regidores del PAN, dijeron que nel y pos votaron en contra.
Esto ocasionó que el Síndico del Ayuntamiento emanado del PVEM, Eugenio Martínez, le reclamara al regidor panista Alejandro Arena por votar a favor en el Comité de Adquisiciones (que es donde previamente se discuten todas esas ondas) y en contra a la mera hora, es decir, en la sesión del Cabildo.
“No me sorprende ya eso, eso ya se ha vuelto común en ustedes, lo que me sorprende es el proyecto por el cuál están votando en contra, que es uno de los proyectos sociales más importantes de esta ciudad, que es el Parque Lineal Sardaneta, y que curiosamente el gobierno del estado, que es de su partido, es quien está haciendo la obra”, dijo el verdeecologista futbolero.
Tibiamente el regidor panista, en un movimiento casi-casi peñanietista, le pidió que escuchara lo que le tenía que decir su coordinadora, la regidora Martha “ya que se acabe esta pesadilla” Hernández.
Y en efecto, que se arranca la regidora argumentando que las afectaciones de terrenos se estaban pagando a “valores excesivos y presurosos”, así que solicitó auditar la dirección de adquisiciones, a cargo de Alberto Luna.
Luego, quien sabe cómo le hizo pero se metió a un lodoso pantano al sugerir que la expropiación de esos terrenos (que se encuentran en el margen del arroyo La Sardaneta) habría sido una solución más equitativa para el “disque dueño” y el municipio.
“¿Por qué no se realizó en su debido tiempo un estudio de afectación si se tenía el proyecto del Parque Lineal, si sabemos que el medio más eficaz y más creíble en sus valores es la afectación mediante la expropiación?”, cuestionó la regidora.
Eugenio afiló el pico de tucán panzaverde, le pidió a la alcaldesa Barbara Botello la palabra y ésta se la cedió sin bronca alguna ¡pero sin bronca alguna eh!
Le dijo a Martha que todas las propuestas de copra (que oscilan entre los 900 y 1,100 pesos el metro cuadrado) fueron concretadas con valuaciones externas y tomando en cuenta la voluntad del vendedor, que en su mayoría es banda de bajos recursos. Y que, además, todas las propiedades que pueden ser expropiadas, por estar dentro de parámetros federales, no se negociaron porque eso es algo que ya le compete a la Conagua.
Luego simplemente le volteó la tortilla por el lado chamuscado de la insensibilidad social y esas onda, al recriminarle que su partido, desde el Gobierno del Estado, pone en riesgo la construcción del puente Benito Juárez por no firmar la expropiación de un terreno propiedad del empresario Fernando García Murguía, con quien ya se agotó cualquier posibilidad de diálogo.
“Usted lo que pretende con esta propuesta es que todo ciudadano quede prácticamente indefenso a una negociación porque la expropiación va simple y llanamente por una orden judicial, la cual tienen que entregar a un precio en el cual el ciudadano ni siquiera ha considerado”.
Martha trató de no embarrarse más e hizo énfasis en que su propuesta era, más que la expropiación, la transparencia en el valor que se le asigna al metro cuadrado de cada terreno comprado.
Pero cómo la herida ya estaba abierta y la regidora del PVEM, Betty Manrique, acaba de comprar un kilo sal, pos que se la echa de la siguiente manera: “A mi sí me gustaría dejar muy clara cuál es la propuesta de la regidora del PAN, es que se le expropie a muchos de los propietarios, de una de las zonas más marginadas de la ciudad sus inmuebles”.
Así, más sola que un evento de ex suspirante a un cargo público, Martha trató de defenderse exhibiendo las risas burlonas que sus argumentos generaban en los rostros de  verdes y tricolores.
“A ver, lejos de estar haciendo hincapié en la solicitud que hice, la solicitud expresa es auditar la dirección de afectaciones del municipio para poder valorar todos estos temas, porque no nos queda claro de cómo hay dos valores oficiales y otro valor en donde lo está poniendo el dueño, disque el dueño, a nosotros nos queda esa duda ahí, entonces, aunque haga esa cara síndico, digo, ese valor lo están sacando no sé cómo, entonces sí nos interesa, digo, aunque se tenga su cara, su cara que tienen todos de burla, nosotros estamos aquí para vigilar esto y la solicitud expresa que estamos haciendo es que se audité la dirección afectaciones”.
Eugenio pidió la palabra arrastrando la sonrisa burlona pa decir en el micrófono, que la mueca no era de burla, si no de sorpresa.
“No es de burla, es de admiración. De admiración por lo que dijo, está hablando de los dueños, así lo dijo, esa dudando de la propiedad del propio ciudadano, está dudando de la propia propuesta del ciudadano”, dijo el síndico.
Martha, todavía tan sola como siempre en ese Cabildo, apenas atinó a una mediana y tibia advertencia. “Qué bueno que no es en son de burla, pero la duda no es de ciudadano, si no de quién está poniendo ese valor, si es del ciudadano solo o con alguien interviniendo, entonces, vuelvo a solicitar la auditoria a la dirección de afectaciones del municipio”.
Ya más que divertida y satisfecha, la alcaldesa Botello dio por suficientemente discutido el tema, concluyó la sesión de Ayuntamiento y se le dio rienda suelta al ánimo y la  complicidad.

Martha Hernández, regidora del PAN