BOLA DE PUNTOS / EL CINISMO PEÑANIETISTA
Saludos banda, ya estoy de regreso para tocar una bola de puntos que considero relevantes.
Antes quiero decirles que desde el Starbucks de Mariano Escobedo, en León, la política no resulta tan aburrida, sobre todo si ésta es acompañaba de un buen café.
En fin, la que concluyó fue una semana más que intensa, principalmente por la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México, la cual fue consumada pese a los desmadres generados por sus opositores en las calles de la Ciudad de México.
Lo interesante del arranque de este nuevo sexenio, es que nuestro encopetado amigo comenzó su mandato con 13 mandamientos y un acuerdo nacional que nos ayudará a exigirle resultados en corto, mediano y largo plazo.
Quiero clavarme en algunos de esos compromisos que estimo claves y con cierta carga de cinismo tempranero.
Por ejemplo, Peña Nieto propone reducir el varo a los partidos políticos, sobre todo en lo que tiene que ver al canalizado para las campañas.
Incluso pretende impulsar una reforma electoral para que se contemple como causa de nulidad el rebase de los topes de campaña, la utilización de souvenirs y el uso de esquemas financieros para comprar el voto.
No vaya a ser que en las próximas elecciones vaya a utilizarse Monex o Soriana para comprar a la gente o mucho peor, la utilización de dinero proveniente del narco.
Otro punto cínico dentro de ese acuerdo nacional, es que se creará una especie de organismo ciudadano que vigile la inversión de los políticos en los medios de comunicación, para evitar que algún pasado de lanza vaya a utilizar el pendejismo social para crearse una imagen a través de programas chatarra, como comedias baratas y telenovelas besuconas.
Llama la atención la entereza con la que dicho acuerdo trata el impulso para la creación de dos cadenas de televisión abierta, atentando contra sus padrinos mediáticos, Televisa y TV Azteca, quienes sin ningún problema podrían adquirir esas cadenas mediante la utilización de terceros consolidados y hasta financieramente viables para las inversiones.
Ahora bien, ojo, el dichoso acuerdo nacional no contempla irse a los moquetes con los narcos, más bien trata la problemática de manera integral y nunca, en ningún caso, habla del regresos del ejército a sus cuarteles.
En lo particular me gustó esa onda de reducir subsidios a los ricos y aumentarlo a los pobres.
Suena tan bien intencionado como el hecho de llevar banda ancha a las escuelas y el uso de tecnologías de la información en ellas.
Sólo que si nos costó cien años llevar la electricidad a todo el país, la intención parece diluirse en la demagogia.
¿Ustedes cómo ven la onda CONTRAPUNTEROS?
Nos leemos el próximo lunes.