BARCELONA, ESP.- Si en Paris realmente quieren a Neymar, tendrán que pagar 222 millones de euros por más inaudito y ridículo que suene; por lo pronto el hecho es simple: el astro brasileño ha dejado al Barça.

Si bien desde hace al menos dos semanas se sabía de las serias intenciones del sudamericano por salir del club, e incluso se comenzaban a suscitar incidentes durante las prácticas, esta miércoles el mundo del futbol amaneció con la noticia oficial.

Según el cuadro catalán, a través de un comunicado, se negoció con el jugador directamente y se le concedió un permiso especial para ausentarse de las prácticas mientras negocia su salida.

Sin embargo se le hizo saber, con especial atención, que si pretende salir de la institución se debe liquidar en su totalidad la cláusula de rescisión de su contrato que, desde el 1º de julio, es de 222 millones de euros.

La salida de Neymar del FCB ha tenido decenas de versiones, explicaciones y etiquetas que van desde los egos hasta los abusos. Lo que es un hecho es que es un suceso inaudito, y será más todavía cuando desde Francia se acuerde liquidar la cuantiosa cláusula.

El futbol es un negocio, hay empresas y se operan enormes capitales e inversiones; que curioso que el juego es el mismo rodeado de millones de dólares y con zapatos de lujo, que descalzo y con una pelota vieja.