“Te escucho gratis”, decía una manta colgada entre dos árboles en la Calzada de los Héroes.
El letrero me intrigó junto con la escena: las bancas públicas a unos pasos del Arco de la calzada, -ícono de la ciudad de León- parecían convertirse en confesionarios.
No era un asunto religioso, tampoco eran sacerdotes ni mucho menos espías, sino un grupo de 20 psicólogos uniformados con playeras moradas, escuchando a las personas que se acercaban con la necesidad de hablar con alguien, de lo que fuera y como fuera.
Era el movimiento “Te Escucho Gratis”, que en abril inició una campaña de labor social en el corazón de León, para escuchar ética, amorosamente y sin prejuicios a los transeúntes que lleguen.
Ángeles Gutiérrez, psicóloga por la Universidad de Guanajuato, es líder del movimiento en León, la primera ciudad del país donde se realiza.
Me explicó que el “Free listening” nació en Estados Unidos un 11 de abril, Día de la Escucha Activa, fecha en que ella decidió replicarlo en la ciudad zapatera pues considera que la gente necesita ser escuchada.
“Vemos una clara necesidad de hablar, hemos perdido la sensibilidad en el contacto con el otro, vamos en la calle o en el camión mirando el celular y dejamos de vernos y mirarnos”, dice.
El éxito de la primera fecha, la motivó a regresar a la Calzada el 22 de abril, día que congregó a 22 terapeutas con diferentes especialidades que atendieron a 60 personas. El movimiento ya se extendió a San Francisco del Rincón y próximamente a Guanajuato y Puebla.
Desde las 10 de la mañana y hasta las 8 de la noche, los profesionistas de la mente, donaron su tiempo, oídos y atención, con el objetivo también de concientizar que ir al psicólogo no es de locos ni anormales.
“El sentimiento y la emocionalidad es mejor afuera que adentro”, recalca Ángeles.
Pero el movimiento no da terapia, tampoco es un medio para promocionar sus consultorios ni hay límites de edad, de condiciones físicas, ni de expresión: las personas pueden decir lo que se les pegue la gana con la confianza de que no serán juzgados, sólo recibirán un par de oídos abiertos a la escucha y discreción.
“Hay veces que esperamos que alguien nos responda, nos dé una receta mágica de qué hacer pero en el momento en que hacemos una escucha activa significa que no te voy a dar un consejo, sino que tú te escuches, a veces la solución es dejarnos de hacernos las víctimas y hacernos responsables de nosotros mismos”.
Y es que guardar emociones, puede convertirse en problemas de salud, atravesar crisis de ansiedad o reacciones alérgicas en la piel, que afectan a quien lo vive.
“El cuerpo es sabio, lo que no hablas en algún momento tiene que salir porque es energía; lo que estamos callando son pensamientos, ideas incluso limitantes o falsas, cuando hacemos catarsis, hablamos, soltamos, hacemos una liberación de nuestro sentir pero también de energía”, agrega la psicóloga.
La creencia de Ángeles de que la gente necesita que la escuchen, se corroboró al grado de que el movimiento se realizará en León el último sábado de cada mes.
“Te escucho gratis” me parece una acción heroica. En estos tiempos encontrar a alguien que abra sus oídos y te preste atención plena y además desinteresada es un poder sobrenatural, empezando porque muchas veces uno mismo suele ser el peor juez de lo que piensa, dice o hace.
También me regresa esperanza en mi ciudad, pues son un ejemplo de que no todo lo que pasa aquí se trata de sangre y violencia.
Gracias a quienes lo hacen posible, pues ser escuchado en estos tiempos, no tiene precio.
FIN
(Si quieres que te escuchen gratis, puedes ir hoy sábado 25 de mayo a la Calzada de los Héroes de 10 de la mañana a 8 de la noche. Habrá también lenguaje de señas).