León, Gto.- Si para ustedes lectores el concepto de abordar un camión es sólo para trasladarse de un lugar a otro, pues les cuento que hay quienes hacen de un viaje todo un arte, por muy fuera de lo común que parezca.

Todo, la nada, la vida, la muerte, la alegría, la tragedia, la verdad, lo incierto fueron los pasajeros de un teatro íntimo y diferente en el interior de un autobús.

La orilla de la plaza del templo Expiatorio en León fue el escenario: un autobús color amarillo estacionado donde 30 personas fueron testigos de cómo las vidas dispersas de pronto se entrelazan por el azar para convivir conviven.

“Road to fin del mundo” se montó como parte del programa “Cervantino para todos” por el Colectivo Alebrije, que llenaron de risas, nostalgia y de reflexión a los espectadores.