México. León tenía en la lona al América, lo tenía con el último suspiro, pero un error, sólo un error verdiblanco podía cambiar el negro panorama que envolvía las alas del campeón.
Fue al minuto 42, a tres minutos del final del partido cuando un tiro de Rubens Sambueza cambió la historia y le dio vida al América.
Nacho González trata de desviar el balón, pero con la testa, sólo atina a cambiarle la trayectoria al esférico y de esta manera evitar que su portero, William Yarbrough, llegara al balón.
El autogol, significó vida para el América, las ‘Aguilas’ que estaban muertas, encontraron la igualada en la final de vuelta, antes de que el primer tiempo llegara a su fin.
América, quien dominó todo el primer tiempo, sintió un verdadero balde de agua fría al minuto 13, parecía que en ese momento el gol que descontara el marcador estaba cerca para los ‘azulcremas’, pero, Carlos Peña, simplemente tenía otros planes.
Apenas a unos metros del manchón penal, ‘Gullit’ con el balón de frente a la cabaña de Moisés Muñoz de manera atinada sirvió por derecha un balón a Mauro Boselli quien llegaba de atrás, el argentino, quien se abrió un poco, sacó un tiro cruzado que fue imposible detener a Muñoz.
El gol leonés llegó y enmudeció a más de 80 mil almas que apoyaban al América.
A partir de ahí, América perdió por unos minutos el control del balón, pero, el conjunto de Gustavo Matosas nuevamente dejó de dominar, dejó de generar y de tener el control del balón.
Premio para el equipo americanista que al 42 se encontró con el gol, producto del autogol de Nacho González, pero que cambia la expectativa de ambos equipos para los últimos 45 minutos de esta gran final y, en el Azteca, todo puede pasar hasta el último segundo de juego.