CDMX.- Bastaron 15 minutos para que el Clásico Nacional pasara de infumable a medio chido. Bastó un penal detenido para que la afición Rojiblanca le quiera poner casa, coche y pensión a Raúl Gudiño. América y Chivas empataron a uno en el “clásico de clásicos” la noche de este domingo en el Estadio Azteca.

Los de la CDMX monopolizaron el balón en los primeros 20 minutos, sin embargo sirvió para poco y nada porque nomás no la pudieron meter… en el mejor sentido de la palabra.

Chivas no daba muestras de vida, y pese a ello estuvo cerca de terminar con el cero en la pizarra al minuto 19.

Para el complemento, las Águilas mantuvieron la iniciativa de ir al frente, pero los tapatíos fueron más claros en sus pocas llegadas; ocho minutos después los de la Perla de Occidente pudieron abrir el marcador en una gran jugada de Josecarlos van Rankin, quien se llevó a dos por derecha para mandar centro para Alan Pulido, quien sacó un disparo con poca fuerza, pero lo suficiente para perforarle la meta a Marchesín.

Ya con el colombiano Andrés Ibargüen y Henry Martin en la cancha, América se fue con todo al frente en pos de la paridad que Gudiño les volvió a negar al sacar con un manotazo especular un disparo de Oribe que iba directo al ángulo superior derecho. La presión ya era mucho y el 1-1 llegó al 80 cortesía del propio Ibargüen.

América no estaba conforme con el empate y buscó el triunfo que tuvo en las manos, luego de que el silbante, en tiempo de compensación, marcara como penal una clara falta de Gudiño sobre Henry Martin.

El encargado de definir fue Uribe, quien conectó a media altura a la derecha de Raúl, quien se lanzó para detener a dos manos y confirmarse como la figura de su equipo en este partido, para así darle el empate (y la posibilidad de volver a casa sin burlas de por medio) a su escuadra.

América no pudo quedarse con el triunfo en el Clásico Nacional al fallar un penal en la última jugada del partido.