AMARRANDO NAVAJAS (Columna deportiva, por: Payatin)
HAY QUE APRENDER…
México tiene un gran nivel y un enorme potencial en el deporte. Lo único que la riega son los directivos que lo manejan.
A pesar de que existen reglamentos, en nuestro país un equipo de futbol puede cambiar de nombre y sede cuando a su dueño se le hincha… Puede vender su franquicia, puede comprar otra, puede rediseñar su logotipo, puede modificar sus colores… e incluso puede portarse déspota con sus jugadores y aficionados, y como diría Jaime Maussan: “…y nadie hace nada“.
Hay que aprender de ligas como la NBA, que toman medidas drásticas, ejemplares, para quitar del camino y para siempre a gente que es salta las reglas.
Pero para ello, también hay que aprender del Gobierno de Estados Unidos, que para hacer respetar las reglas a cabalidad le impone al deporte profesional la figura del Comisionado.
Y DICE UNA
Nos perderemos la oportunidad de ver destacar y despuntar al ‘Chapo’ Montes en Brasil, luego de la terrible lesión que sufrió en el amistoso contra Ecuador.
El hábil mediocampista de los bicampeones Esmeraldas, se presentaba como una excelente opción para desequilibrar a los adversarios en el Mundial.
Es una lástima, es una verdadera pena, no sólo porque el jugador lesionado es integrante de nuestro Club León, sino porque se trata de una persona.
Pero después de ver el video cientos de veces, no entiendo y seguiré sin entender por qué un futbolista de pronto piensa con las ‘patas’ y se olvida del objetivo principal (participar y destacar en el Mundial), y se concentra en tonterías (lastimar al rival).
En el pecado llevó la penitencia, dura, severa, igual que su entrada contra el jugador ecuatoriano. Se perderá el Mundial, se perderá la vitrina que este representa y su oportunidad para llenarle la pupila a algún equipo europeo, se perderá al menos un año deportivo entre recuperación y rehabilitación, y nos perderemos todos la oportunidad de ver a una de Las Fieras defender los colores del Tri en Brasil.
Por cierto, el jugador ecuatoriano Segundo Castillo, tampoco podrá jugar el Mundial debido a la lesión que ‘El Chapito’ le provocó.
Y DICE DOS
Ya no tenemos al ‘Chapo’… ¿será que también nos van a quitar el estadio?
La intrincada, enigmática, complicada y por demás embrollada forma en la que después de ser un espacio municipal, el estadio con su terreno pasó a manos de Roberto Zermeño, luego de Carlos Ahumada, otra vez del Municipio, y este viernes por órdenes de un juez de nuevo de Zermeño, es para escribir un tango.
Fuera de todo lenguaje técnico, cuando la PGR intervino al equipo en la época de Ahumada, el Municipio recuperó la propiedad del terreno y del estadio, y luego Zermeño demandó al Municipio y exigió la devolución del estadio como su propiedad.
Las actuales autoridades dicen que aunque esto no fue en su año, en este momento sí es en su daño y saldrán a defender con uñas y dientes el patrimonio municipal, agarrándose de las deficiencias que, dicen, encontraron en la presentación del proceso.
Una de ellas es que al parecer Zermeño no tendría ningún derecho sobre el estadio ya que cuando vendió el equipo -junto con el inmueble- a Carlos Ahumada, dejó de ser dueño. Y por ende ya no lo era cuando emprendió este proceso legal para tratar de recuperar la propiedad.
Y DICE TRES
Al que sí le quitaron su equipo fue a Donald Sterling, ex dueño de los Clippers de los Ángeles, un equipo que de por sí sufría por falta de aficionados en una ciudad prácticamente volcada en apoyo a los populares Lakers.
Esta semana arrancan los juegos por el campeonato de la NBA entre los Spurs de San Antonio y los Heat de Miami, una revancha que se espera que saque chispas.
No como las chispas del corriente de Sterling, que por dárselas de fresa y hacer un comentario racista -uno más porque ya tenía una larga cola pisoteada-, fue obligado a vender al equipo y echado de la liga para siempre.
Steve Ballmer, ex directivo de Microsoft, saltó al ruedo, ofreció 2 billones de dólares -que seguramente traía de morralla en su bolsillo- y compró la franquicia.
Ballmer ya adelantó que no sacará la franquicia de Los Ángeles, pero probablemente le cambiará el nombre y el logotipo para tratar de borrar, en lo posible, la etiqueta de club racista que Sterling le dejó. El proceso para poder cambiar de nombre y logo, si la liga lo aprueba, podría demorar hasta dos años.
NO ES POR AMARRAR NAVAJAS…
Directivos como los de la NBA, con las amígdalas bien inflamadas, se necesitan en el futbol mexicano para quitarle a los dueños la posibilidad de cambiar de nombre y de sede a sus equipos como si de calzones se tratara… y para quitar del panorama futbolístico para siempre a jugadores como ‘El Chapito’ Montes, que juegan a lastimar a sus rivales y, como en este caso, provocan que un compañero de profesión no pueda acudir al Mundial por la lesión que le causó -además de la que él mismo se hizo-.