LEÓN, GTO.- La garantía de que los ciudadanos no serán asesinados a manos de policías preventivos, como se presume ha ocurrido en tres casos recientes, se dará hasta que la corporación este saneada por completo.

Así lo dijo la mañana de este lunes el alcalde de León, Héctor López Salntillana, quien adelantó que la depuración es un proceso permanente y no hay fecha de conclusión para ello.

“Si tengo ya manzanas prohibidas adentro, no puedo todavía asegurarlo. Primero tengo todavía que limpiar las manzanas para que aseguremos, una vez tendiendo estos elementos profesionales y confiables, podamos garantizar, si es la expresión correcta a los ciudadanos, de que ya no se repitieran estos hechos. Pero primero lo que necesito es terminar de limpiar. Es tardado. No se puede poner una fecha”, dijo López Santillana.

Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Luis Enrique Ramírez Saldaña, dijo que a casi un año de arrancada esta administración, más de cien elementos han sido dados de baja. De estos, 8 o 9  han sido puestos a disposición del Ministerio Público al verse involucrados en la muerte de detenidos.

“Yo te puedo decir que van más de 100 elementos los que han dejado la corporación, que ya no están en las filas de la corporación. En algunos casos por no acreditar las pruebas de control de confianza, otros por faltas, consejo de honor y justicia y si no recuerdo al rededor de 8 o 9 elementos son los que son opuestos a disposición del ministerio público y que de alguna manera se ha dado la transparencia para poder darle la, la, la, la tranquilidad lógicamente a la ciudadanía de que el trabajo”, declaró en secretario de seguridad.

CONTEXTO
La muerte a golpes de Alejandro “N” a manos de cuatro policías ocurrió el pasado 8 de septiembre por la tarde, había sido detenido horas antes en el Barrio de San Miguel por ingerir bebidas embriagantes en la vía pública junto con otras personas.

A este crimen se suman los asesinatos de dos chavos de 18 años en la colonia Los Castillos en donde los principales sospechosos son elementos de la Policía de León.

El primero caso es el de César Eduardo Ojeda, quien el pasado 29 de julio murió a consecuencia de un disparo de arma de fuego, presuntamente accionado por un elemento de la Policía de León, hoy prófugo de la justicia.

El segundo caso es el de Juan Daniel Ochoa Pérez, quien el pasado 13 de septiembre falleció luego de que le estallara en la cabeza un petardo, estando detenido y en salvaguarda de dos policías, quienes también resultaron lesionados