Así celebró este 5 de agosto la clavadista Laura Sánchez, por motivo de su primer año como medallista olímpica. Foto tomada cuenta de twitter.

León, Guanajuato. México brincó de alegría, la medalla de plata por fin había llegado para una clavadista azteca en trampolín, todo era algarabía pero, por el televisor a Laura Sánchez se le observaba serena, pendiente del resultado de la italiana Tania cagnotto quien se quedó a 2 décimas de arrebatarle la gloria, pero cuando se supo ganadora, volteó, abrazó a su entrenador y marido Paco Rueda y ahí comenzó la celebración.

Laura, se veía plena, por fin, 20 años de carrera habían tenido su fruto, la medalla olímpica.

Justo cuando iba a la zona mixta fue detenida para que tomara una llamada por el celular, era nada más y nada menos que el entonces presidente de la república, Felipe Calderón, quien la felicitaba por la hazaña.

En todo momento, Laura no dejaba de sonreir, sus ojos brillaban, pues quien años atrás había sido juzgada en ese momento llegaba con la frente en alto, con un trabajo arduo y callando bocas.

365 días han pasado de aquel glorioso 5 de agosto del 2012, pero más allá de los reconocimientos, para la clavadista, representante de Guanajuato, lo más importante es seguir trabajando y, no ha parado.

Pese al haberse sometido a una cirujía, la clavadista se mantuvo prácticamente lista en los procesos de competencia, series y campeonatos mundiales, haciendo papeles de primer nivel y preparándose rumbo a Río 2016, porque a decir de la misma Laura, esto ya le gustó y ahora va por más medallas para cerrar su carrera como deportista.