BERLÍN, ALE.- Nails Högel, enfermero alemán condenado a cadena perpetua hace dos años por matar a dos pacientes en la clínica Oldenburg, ahora es sospechoso de perpetrar otras 84 muertes entre los años 2000 y el 2005.

Lo anterior según los resultados de las investigaciones en torno a este caso que han sacudido a Alemania, las cuales prosiguieron ya se se tenía sospecha de que el enfermero podría estar relacionado con otras 30 muertes, cuando se descubrieron las primeras.

Por su parte, la Policía de Oldenburg, se trataría de muertes que se podrían haber evitado.

“Las informaciones que hemos podido conseguir son todavía más aterradoras, superan con creces la imaginación”, indicó Johann Kühme, jefe de la policía durante la conferecia de prensa de este lunes (28/8/2017).

LA PUNTA DEL ICEBERG

Arno Schmidt, jefe de la comisión de la investigación especial que lleva este caso, indicó que se suponen 90 asesinatos, los cuales sólo son “la punta del iceberg”, por la razón de que hay otros casos que no pueden ser probados, pues fueron 130 pacientes murieron durante el servicio de Högel.

Lo anterior porque un buen número de estos cuerpos fueron incinerados.

Esta comisión especial supone que Högel, también llamado el ‘asesino del hospital’, cometió su primer homicidio en la clínica de Oldenburg, en febrero del 2000.

El motivo, “jugar como un salvador heroico ante sus compañeros” para lo cual les inyectaba a los pacientes una sobredosis de fármacos y después reanimarlos.

Antes de que Högel se trasladara a Delmenhorst en diciembre del 2002, se sabe de al menos otros 35 asesinatos.

Se sabe que para el verano de 2005, Högel asesinó a otros 54 pacientes, para lo cual uso cinco diferentes fármacos que inyectó secretamente a los enfermos.

TAREA TITÁNICA

Durante estos tres últimos años, 15 funcionarios que forman parte de la comisión especial tuvieron que evaluar a 500 pacientes de los cuales se iniciaron 332 casos criminales por el delito de homicidio.

En total, las exhumaciones significaron en 10 mil horas de trabajo. Esto es, que se tuvieron que desenterrar 134 cadáveres de 67 cementerios para realizar estas pruebas y donde la justicia germana inculpa a otras tres personas que pudieron conocer el caso y no hicieron nada.

FUENTE: sipse.com