Para hablar sobre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer que se conmemora este 25 de noviembre  me viene a la mente el caso de Magaly, una joven de 21 años que el pasado marzo fue encontrada muerta entre escombros a un costado de la carretera Lagos – León.

La joven estudiante de enfermería duró nueve días desaparecida luego de que supuestamente un hombre la obligó a subir a un coche cuando ella salía de trabajar de la empresa Nestle.

Según cuentan, el cuerpo fue hallado por un perro y estaba envuelto en bolsas negras.

El caso parece una macabra historia de esas que sólo suceden en Juárez,  pero Magalí vivía en Lagos de Moreno y fue ex alumna de la Universidad de Guadalajara.

La muerte de Magali fue suficiente para despertar la indignación del pueblo de Lagos de Moreno y de la comunidad universitaria, que dos semanas después del hallazgo marchó pacíficamente por las calles de la localidad para exigir justicia y protección para las víctimas.

Hasta hoy, no me he enterado de que el caso se haya resuelto.

Entre las exigencias que clamaba la gente estaba la tipificación jurídica del delito de feminicidio  y el pasado septiembre ya se incluyo el feminicidio como delito en el Código Penal de Jalisco y quienes lo comentan tienen una pena de entre 20  a 40 años en prisión.

Guanajuato es uno de los 13 estados en los que el feminicidio también es catalogado como un delito.

Según el Procurador de Justicia de Jalisco, Tomás Coronado Olmos, para considerarse feminicidio “el caso debe contar con ciertas características previstas por la ley, entre ellas que la víctima sea mujer, qe se comenta por odio de género, que exitas una relación entre victima y victimario, que tenga violencia extrema u otras”.

La razón de tipificar el feminicidio como delito, es para que cuando una victima sea asesinada por sólo hecho de ser mujer, se investigue no sólo por delito de homicidio, sino que tenga el agravante de la violencia de género.

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, la violencia más grave contra las mujeres la ejerce el actual, ultimo esposo o compañero.

INEGI dice que por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 47 han vivido situaciones de violencia emociona, económica, física o sexual.

Dice que las mujeres de 50 años o más son las han sufrido mayores agresiones físicas y sexuales, pero sólo el 25  % de las que han padecido algún tipo de violencia ha buscado apoyo en alguna autoridad.

Y más de 6.1 millones de mujeres, es decir más del 26.6 % de las mujeres asalariadas han sido discriminadas en sus trabajos por el hecho de ser mujeres.