Por Adolfo Enríquez Vanderkam

Como le ocurrió a su antecesor, al gobernador Miguel Márquez Márquez le empiezan a salir fantasmas que amenazan seriamente un cierre exitoso de su sexenio y si se descuida, también podría significar el fin de su carrera política, tal y como le ocurrió a su padrino y mentor Juan Manuel Oliva Ramírez.

Podemos empezar con el tema de la inseguridad que azota todos los rincones del estado, con una violencia inédita y con un incremento histórico de los índices delictivos. ¿Esto le ha preocupado al gobernador? En absoluto, ha salido con frases célebres como eso de que es “una mala racha” o “que las muertes son parte de la cultura de los guanajuatenses” o esa de que “quien anda mal termina mal”.

Poco consuelo para sus gobernados, que esperaban una revisión de los planes y estrategias de seguridad y porque no, cambios en las más altas esferas de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia del Estado, aunque esto último Márquez Márquez ni siquiera lo pone sobre la mesa para una posible discusión, o por lo menos evaluación.

Pero aparte de los malos números en materia de seguridad, el tema del Programa Escudo y su multimillonario costo despierta serias sospechas de oscuros manejos, que dicho programa no ha contribuido seriamente en el combate del delito y que su funcionamiento sea cada vez más cuestionado. ¿Alguna historia de éxito qué el famoso C5i haya dado para un golpe certero al crimen organizado? ¿Algún trabajo de inteligencia que haya incidido significativamente contra una delincuencia que ejecuta hombres y mujeres a cualquier hora del día y en cualquier municipio de Guanajuato? Ninguna. Si acaso ha logrado capturar uno que otro “huachicolero”, pero nada relevante ni digno de reconocimiento y menos que justifique tantos millones invertidos.

Y sí la inseguridad en el estado fuera poco, hay otro tema que ya está en las páginas de los diarios y noticieros nacionales y es le compra de los terrenos para la instalación de la armadora de autos Toyota. Inexplicablemente un intermediario compró “casualmente” a precios bajos cientos de hectáreas justo donde se iba instalar Toyota y la pregunta obvia es ¿Cómo supieron el lugar exacto? Gobierno del Estado pagó hasta 7 veces más cara la tierra de como lo hizo el Gobierno Federal y esto simplemente es injustificable desde el punto de vista técnico y jurídico.

Esto ya es un escándalo que perseguirá a Miguel Márquez Márquez por muchos, muchos años.
Y hay otros temas que dan lugar al debate por la falta de transparencia, como lo es el contrato para medicamentos del Seguro Popular, o las compras de tablet´s, mochilas y uniformes. Además, también es necesario hablar de su gabinete, que si bien ha salido adelante es más por fortuna que por méritos y el gobernador debe saber que dichos funcionarios se quebrarán y romperán lealtades entre más se acerque el fin de sexenio.

Si Márquez Márquez piensa que su programa IMPULSO lo llenará de gloria, que se acuerde de “Solidaridad” de Salinas de Gortari, aunque bien se sabe que IMPULSO tiene fines abiertamente electoreros.

Juan Manuel Oliva Ramírez y Miguel Márquez Márquez tienen como asesora a Juanita de la Cruz, pero ella ya no piensa en el actual gobierno porque su mente la ocupa en acomodarse con el futuro candidato del PAN y así permanecer otros 6 años pegada a la ubre. Juanita de la Cruz le fue fiel a Oliva hasta que llegó el nuevo patrón llamado Miguel Márquez y repetirá su mismo modus operandi ya sea con Diego Sinhué Rodríguez Vallejo o con Fernando Torres Graciano. Así se maneja ella y no es de extrañarse que al que ahora sirve, mañana lo desconozca.

A Juan Manuel Oliva y a Miguel Márquez parece unirlos el mismo destino. Al primero con una loza sobre las espaldas por los terrenos de la fallida refinería y otras linduras, al segundo, los terrenos de Toyota y otros temas delicados que solo por el momento no han salido a la luz pública…pero saldrán.

Llegará un nuevo gobernador en el 2018 y Miguel Márquez Márquez vivirá en carne propia lo que él mismo le hizo a Juan Manuel Oliva Ramírez. El actual gobernador sabrá que su poder en el PAN disminuirá día con día y los que hoy lo alaban, se desmarcarán, lo señalarán y renegarán de él.

Márquez Márquez debe disfrutar de los meses que le quedan de poder, porque si está pensando que tiene el tamaño suficiente para ser el sucesor de Elías Villegas Torres en el PAN, está equivocado. Los tiempos han cambiado y tiradores es lo que sobra. Como trataste serás tratado…es cruel pero muy cierto. Lo bueno es que tiene salud y un rancho en Purísima del Rincón que lo está esperando.

Adolfo Enríquez Vanderkam
Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.