ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO.
Con frecuencia la gente me pregunta sobre cuál es la película que más he odiado en la sala de cine; Es una pregunta difícil porque mínimo hay una película que se une a la lista año con año… pero de lo que estoy seguro es de que Alicia en el país de las maravillas es de las que más recuerdo haber odiado en el cine, mucho, a tal grado de salir de la sala de cine soltando insultos a diestra y siniestra. Puede que no sea la peor película de la historia pero de seguro lo que me afectó fue el ver a un director que en su tiempo apreciaba y que fue una inspiración personal irse por un camino fácil y flojo, y ver que la película -encima de ser detestable a más no poder- dejaba entrever que muchos de sus fanáticos verían cualquier cosa de él sin importar su calidad y por supuesto: reiterar que era un genio. Que debe de serlo si el hecho de entregar algo mediocre le resulta algo tan fructífero.
Eran otros tiempos y tenía otra mentalidad pero lo sigo pensando a 6 años y me sigue pareciendo una película pésima, en donde nadie se siente a gusto, no hay buenas actuaciones, ni siquiera Danny Elfman se luce con el score ¿Sería que los visuales de esta película fueron el elemento ganador en la audiencia? porque de ser así, nos contentamos con cualquier cosa y esto hizo que la película fuese una de las más taquilleras de ese año. Lo normal sería que Disney, al ver el éxito de la película pensara en una secuela.
Pero esta llega muy tarde porque en serio ¿Habrá gente que quiera ver Alicia a través del espejo a 6 años? los tiempos cambian y no puedes tardar tanto en sacar una nueva entrega porque el público es muy cambiante.
Alicia (Mia Wasikowska) sigue de viajera por China como lo vimos en la película anterior (lo cual puede interpretarse como que nuestra “heroína” estuvo involucrada con la guerra del opio). Tras una serie de aventuras regresa a su casa con su madre y asisten a una fiesta en donde se encuentra a su ex prometido Hamish Ascot (Leo Bill), quien decide vengarse de Alicia haciendo que esta venda el bote de su padre para que pueda obtener de regreso su hogar. Ella rechaza la idea porque el bote es la única pertenencia de su padre y se pelea con su madre por ello; por alguna razón tras esta situación de presión en su vida ve a una mariposa que de inmediato reconoce como la oruga del mundo de fantasía anteriormente conocido como El país de las maravillas.
Tras seguir al insecto da con un espejo que resulta ser un portal hacia este mundo y se da cuenta de que varios de sus amigos la esperan con ansias, porque El sombrerero loco (Johnny Depp) ha estado encerrado en su casa porque encontró un antiguo sombrero que para él es prueba de que su familia vive. La solución que le dan este grupo es la de visitar al tiempo encarnado, llamado ehm… Tiempo (Sacha Baron Cohen) y usar su “cronósfera”, una especie de pelota máquina para viajar en el tiempo, claro que al hacer esto puede romper el balance de las cosas y llevar este mundo a la ruina.
Por lo general las adaptaciones/reinterpretaciones de la obra de Lewis Carroll llevan una constante que es por lo menos interpolar elementos que reiteran de que esto es un viaje explosivo de ridiculeces y lugares fascinantes. Eso de alguna manera está aquí pero al ponerle reglas a un lugar donde no hay reglas rompes con la razón de ser de dicho lugar. El país de las maravillas no necesita ser un lugar de mitologías complicadas, reinos que se traicionan ni de viajes en el tiempo, es una montaña rusa y de ahí proviene lo insuperable de los trabajos de Carroll por la que tantas generaciones leen el material siempre con una sonrisa.
Pero no, tenemos una película que intenta otra vez complicar las cosas en vez de disfrutar y ¿Por dónde empezar?
Cada vez Johnny Depp es una calca de lo que ocasionalmente sobresalía como un buen actor; es tedioso, tiene un acento inconsistente –pero no importa ¡Está loco!- el diseño del personaje es tan grotesco que incluso te pone a pensar en cómo obtiene esos colores si resulta que su familia es normal. Es un personaje odioso y… me retracto, TODOS los personajes de este mundo son odiosos, porque son caprichosos y en realidad ¿le hacen bien a Alicia? A quien debo suponer no le hacía falta visitar este mundo porque no lo había hecho en años, sin embargo reconoce al Sombrerero Loco como su mejor amigo porque el guión lo dictamina. Depp no es el único que se presentó a cobrar cheque y actuar de manera mediocre, también tienes a Anne Hattaway que define a su personaje por mover las manos una y otra y otra y otra y otra vez -¡Porque está loca!- y los otros si apenas dicen dos hojas de diálogos.
Esta película es señal de que puedes copiar enteramente el estilo de otro director a quien la audiencia consolidó como creativo y único. Burton no estará al mando de la película pero no se requiere, en su lugar está James Bobin quien tras salir de las dos películas anteriores de Los Muppets aquí hace la labor de director fantasma y en todo es similar a la anterior, incluso en sus errores.
Se nota que le cuesta trabajo algo de lo que nadie quiere hablar: la construcción de los mundos en CGI hace que los actores no se sientan reflejados en el espacio que se suponen están personificando. Al no haber más que una plasta de espacio verde, se les dificulta la interpretación y se sienten completamente aburridos. Yo no estoy en contra del uso del CGI pero entiendo que esto puede hacer flojos a los involucrados porque se piensa que a través de la post producción se va a resolver todo, y lo que no se pudo, pues no le muevas, y tienes momentos en la película en donde se ve extremadamente falso.
Danny Elfman ¿Qué te pasó? de ser uno de los compositores más creativos ahora es uno que trabaja en modo automático. Aparece el tema de Alicia que debo de decir no era malo, pero de ahí en más no hay más temas y todo es un derivado de música que normalmente vas a saltar de tu selección musical, este sujeto nos trajo temas como el de Batman y el Manos de Tijera y ahora está aburrido ¿y la canción de al final? olvidadiza como muchas otras que lo han intentado en la historia del cine.
Definitivamente no es una película que se pueda recomendar a menos de que te haya fascinado la anterior, si es lo contrario, no sería lo adecuado acercarte a ella a menos de que quieras constatar el ejemplo perfecto de que los efectos no siempre van a salvar una película… y de lo cerca que está Depp a volverse un Nicolas Cage.
Otra cosa: el 3D es horrendo.