Star Wars en los cómics no es nada nuevo, desde el estreno de la primera parte,  la editorial afortunada en contar con los derechos en 1977 era Marvel Comics. Estas historias se hicieron sin tomar en cuenta de que habría secuelas en un futuro, por ello es interesante de leer como una línea completamente diferente (y ocasionalmente hilarante) a lo que nosotros conocemos. La casa de las ideas mantuvo los derechos de Star Wars hasta 1986, donde se canceló dicho título.

Marvel tenía una mina de oro sin usar (después de todo, es quizás la franquicia más rentable de la historia), así que comenzaron a desarrollarse planes para un nuevo lanzamiento por principios de los 90’s… proyecto que quedó ofuscado por una pelea de derechos que al final ganó de manera sorpresiva Dark Horse Comics; con ellos comenzó una etapa que se recuerda con más cariño que la de Marvel, puesto que Dark Horse decidió adaptar novelas e ideas que expandían el universo de la trilogía original tomándolo con respeto y que se volvió un éxito de ventas, de esa etapa aparecieron clásicos que son recordados como de los mejores cómics de Star Wars como “Sombras del imperio”, “Imperio Oscuro” y “Star Wars Legacy”.

Como todos sabemos, Lucasfilm ahora es parte de Disney, y con ironía y amargura cierra el ciclo de Dark Horse publicando de nuevo cómics de la franquicia, además de hacer un movimiento arriesgado: todo, absolutamente todo lo que se publicó en Dark Horse, y previo a la venta de Lucasfilm, es apócrifo. Disney/Marvel/Lucasfilm (o legión, en el sentido natural de las cosas) tiró por la borda 24 años de historias que exploraban cada rincón de la galaxia, esto para darle importancia a los nuevos cómics que publicarán.

Por fin llega a nuestro país el primer número de Star Wars, y este evento también presenta una historia complicada de derechos (no desesperen, ya llegaremos a “qué tal está el mentado cómic”).

Marvel actualmente es manejada por Editorial Televisa, la cuál también maneja los derechos de DC y de Vertigo, pero con el tiempo han surgido más editoriales de cómics que acaban con el monopolio que la editorial tenía; una de ellas es Panini cómics, mejor conocida como la empresa que se dedica a sacar álbumes de estampas y tarjetas coleccionables, resulta que Panini es una editorial de peso en Europa y han lanzado al mercado una amplia selección de títulos que hacen una editorial interesante de ver… de entre ellos aparece Star Wars.

Se ha llegado a una especie de convenio entre tres editoriales: Panini, Marvel, y Televisa. Y es así que Panini tiene todavía los derechos de la saga intergaláctica. Traer este cómic al país ha sido una situación difícil en donde muchos quieren la rebanada grande de pastel.

Y al final de cuentas y de todo el esfuerzo ¿Vale la pena? sí… aunque no es perfecto y es ciertamente arriesgado decir que es el momento definitivo tomando en cuenta los años que Dark Horse publicó con reverencia el título.

El nuevo (y 100% oficial) arco histórico sucede en medio del episodio IV y V, mientras vemos los intentos de los rebeldes por acabar con el imperio, tras la destrucción de la estrella de la muerte. Luke, Han y Leia están en un planeta enemigo de infiltrados, naturalmente las cosas no salen bien y podemos ver cómo la Ley de Murphy se aplica en la situación de nuestros héroes.

Una variante de la ley de Murphy con asma.

Jason Aaron se siente como en casa a la hora de escribir estos personajes; la acción no deja descansar y las conversaciones que tienen el equipo son entretenidas y permiten entrever sus relaciones y su forma de pensar, muy “ad hoc” con el tiempo en que transcurre el cómic; Han Solo es muy confiado y coquetea con Leia, esta por otra parte rechaza sus avances y es la líder del asalto, C3-PO  es molesto y miedoso y Luke aún tiene dudas ante el camino del Jedi, es apenas un aprendiz y falla. Incluso Chewbacca y R2-D2 son bien representados en su esencia muy a pesar de que estos personajes no realicen alguna frase.

Chewie se enfrenta al señor oscuro, y todos tememos por su vida.

Por el lado visual, el arte de John Cassaday en ocasiones presenta momentos extraños; cada personaje es parecido a su contraparte cinematográfica, esto indica que vemos a Ford y compañía con un parecido fidedigno… salvo ciertas ocasiones en las que tienen un rostro que no es congruente con esta finalidad. Este fenómeno se aprecia especialmente en Leia que es la que más cambios en su rostro presenta en el cómic. Fuera de eso hay un buen cuidado al momento de dibujar naves o pasillos pero no muchos fondos.

El problema que yo le encontré, es que lo sentí muy corto, eso es bueno y malo en un cómic. La historia emociona y deja al lector con ganas de más pero tomando en cuenta de que hay un intervalo mensual, la idea de avanzar por momentos pequeños en la trama no resulta muy satisfactoria, en el sentido de que uno quiere saber más y más. El equipo de Marvel ha hecho una historia que en su primer número inicia con un BANG!, esperemos que siga manteniendo esta emoción ya que tienen un titán legendario que deben superar.

Star Wars #1 se publicó en nuestro país a mediados del mes, tiene un costo de $39 Pesos y presenta portadas variantes para aquel que quiera conseguir todas. Es de fácil adquisición, prácticamente en puestos de revistas uno lo puede encontrar.