LEON
Clímax

CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2

 

En 2010, Cómo entrenar a tu Dragón apareció en salas de cines; fue un tremendo éxito, todo mundo hablaba de ella, fue una de las sorpresas en un año en el que Alicia en el País de las Maravillas (Tim Burton) Furia de Titanes (Louis Leterrier) e Iron Man 2 (John Favreau) parecían ser los verdaderos ganadores.

Yo no la vi en su momento, me subí tarde al tren de “Cómo entrenar a tu dragón”.

Cuándo por fin la vi, me agradó,  aunque nunca comprendí el por qué la gente salía fascinada de los cines, asegurando que la película tenía cabida entre las mejores jamás hechas en el campo de la animación. Lo cierto es que funciona, y es una película muy entretenida. Lo que definitivamente me enamoró fue el increíble score (el score es la música que se compone para una película, es decir la música de orquesta) de John Powell. Eso hizo que valiera la pena el haber visto la película para mí. Es muy bien logrado, lleno de instrumentación, momentos de acción, temas conmovedores, y sobre todo: un tema principal inolvidable.

Queda claro que tengo en estante de oro el trabajo de John Powell, y al saber que haría la música para la segunda parte… ya tenía mi lugar asegurado. Algo medio tonto si consideramos la película resulta ser algo más que sólo un Score bonito.

Tras 5 años del filme anterior, la isla de Berk ha aceptado entre su estilo de vida a los dragones, todo mundo tiene su favorito y son como seres queridos. Estoico, líder de la tribu, se preocupa por que su hijo Hipo comience a asociar la idea de que, en algún momento, él será el líder y por lo tanto, debe comportarse como uno. Pero Hipo no quiere ese estilo de vida, él desea continuar con la exploración de este mundo tan fascinante, y encontrar dragones, siempre al lado de su mejor amigo Chimuelo, el único Furia Nocturna existente y de Astrid, su valiente novia y la cuál escucha los problemas que le aquejan.

En una ocasión, mientras Hipo y Astrid investigan una zona inexplorada, se encuentran con unos piratas, los cuales capturan dragones y se los ofrecen con temor a un tal Drago Manodura, quién ya tiene un ejército de ellos. Hipo siente un deber al tratar de hablar con Drago , y convencerlo de que los dragones no son para la guerra.

Nuestro personaje principal, Hipo es interesante y uno de los pocos casos en el que podemos ver su desarrollo personal y el paso del tiempo. Es decir, es un personaje que ha crecido desde el filme anterior; esto es muy raro en las películas animadas, por lo general, estamos acostumbrados a ver qué al personaje no le afecte la edad en sus secuelas. Casos como Toy Story y Shrek nos han demostrado que esto puede ser productivo a la hora de generar conflictos en la trama y sentirnos apegados, pues al igual que nosotros, los vemos alcanzar la adultez y lidiar con problemas que todos hemos tenido.Por ello, sentimos el conflicto de Hipo: cuántos de nosotros no tuvimos un conflicto con nuestro padre a la hora de seguir nuestros sueños y a la hora de “madurar”. Esto está muy bien realizado y nos llega en nuestros recuerdos, haciendo que nos apeguemos a Hipo y no exactamente a su causa, sino a su libertad de elegir qué quiere hacer.

Y qué decir de los personajes secundarios; mención honorífica al padre de Hipo, Estóico…se gana la película con escenas tan pequeñas, pero llenas de sentimiento que ponen los ojos vidriosos. Dreamworks desde sus inicios en la animación ha conseguido que momentos de pocas palabras tengan la carga emocional con la ayuda de la música y las expresiones faciales de los personajes.

Roger Deakins regresa como consultor visual, Deakins lo podemos recordar como el encargado de la increíble dirección fotográfica de Skyfall; Estóico tiene de esos grandes momentos y una secuencia de baile y canto conmovedora. De los demás, resalta Astrid; es una novia comprensiva y valiente, dulce con Hipo y que comprende tanto la situación de este como la de Estóico, haciéndonos notar que ninguno de los dos tiene malas intenciones, me parece un buen modelo femenino entre los niños. De los demás compañeros de aventuras, su función es la del “comic relief” que no molesta y arranca una que otra sonrisa.

Es todo un festín visual, incluso, vale la pena verla en 3D; funciona a la perfección, no marea y si nos hace sentir el ambiente de la película. Se han logrado grandes avances en el campo de la animación y lo podemos apreciar en detalles como el fuego, y el agua…hasta en la textura de las telas y los dragones. Y la película cuenta con un grandioso diseño. Los dragones son diferentes de cada uno, y los escenarios son vastos y que le dejan la boca abierta a uno.

Y a todo eso ¿La música sirve? carajo…para mí, el mejor score en lo que va del año. épico, emotivo, y ese tema principal tan bombástico que desde principio retumba en tus oídos no defrauda. Espero la nominación para John Powell y esperemos que esta vez si se le otorge reconocimiento.

Quizás el único inconveniente que tuve con la película fue con el villano; no es muy interesante, su aparición no la esperamos con ansias ni tampoco se vuelve ese némesis anhelado para nuestro héroe…es meramente cumplidor, ayuda al desarrollo de ciertos momentos y trama. Al final de cuentas no es desagradable, más bien cumplidor.Creo qué se debe mejorar este aspecto para futuras secuelas, Kung Fu Panda nos ha presentado una gala de villanos muy buena, y Cómo entrenar a tu dragón tiene el potencial para volverse el estandarte de la empresa, sólo necesita pulir pocos detalles.

Es una película muy recomendable; demuestra los alcances que la animación puede lograr,rompiendo el tabú de “sólo para niños”, este tabú que permite que los niños reciban cualquier contenido no importa su calidad, al final de cuentas…son niños. Logra mantener interesado a todo público sin alienar a nadie, presentando temas personales para los adultos, y jóvenes con los cuales sentirse identificados, haciendo un desarrollo agradable de Hipo y también volverse un Héroe a seguir entre los niños….y encima de todo eso está esplendorosa en su producción.

Yo sólo me quedo pensando en Pixar, algo envidiosos, de su eterno rival Dreamworks.

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