LEON, GTO¬.- En Guanajuato al igual que en otros 19 estados del país, centenas de médicos salieron a la calle para señalar que ellos “no son Dioses ni criminales” y por lo tanto no pueden resolver con una varita mágica las enfermedades mortales.

El movimiento se llama “Yo soy#17” y es en apoyo a 16 médicos del Hospital de Pediatría de Guadalajara quienes fueron puestos a disposición de la Ley por cometer negligencia médica en contra de un joven de 15 años de edad que entró a ese nosocomio por una crisis de asma.

Entre los argumentos de defensa de los galenos está el del exceso de trabajo, la falta de medicamentos y la supuesta falta de recursos y medicamentos que enfrentan para operar en los centros de atención médica.

¿QUÉ PASÓ CON EL CHAMACO QUE FALLECIÓ?

De acuerdo con datos que obtuvo y publica el 4 de junio de este año, la revista Proceso (http://www.proceso.com.mx/?p=373876), los hechos ocurrieron en la última quincena de noviembre de 2009, cuando Valente Gallardo era atendido por una crisis asmática, lo que llevó a ese adolescente a permanecer hospitalizado por más de dos semanas en el ese nosocomio.

El padre del menor, Valente Gallardo Ramos, recalcó que en ese periodo los doctores perforaron en dos ocasiones los pulmones del joven en el marco de siete cirugías abdominales que le practicaron.

Según el diagnóstico de los médicos, existía una perforación de intestinos, además, detectaron falta de irrigación sanguínea, motivo por el cual llevaron a cabo varios cortes del intestino dañado, pero sin someter parte del tejido extraído al análisis y estudio de un patólogo.

En la autopsia posterior la familia pudo enterarse de que en realidad la causa del fallecimiento fue el daño sistémico provocado por tuberculosis intestinal.

Entre los señalados en la demanda por homicidio culposo están involucrados, directivos, administrativos, cirujanos e incluso la doctora que firmó el acta de defunción, o sea que en el brete están metidos tanto los que operaron como los que le agarraron la pata al asunto.

LOS ACUSADOS SE PROTEGIERON CON UN AMPARO

Sergio Valente Gallardo, padre del chamaco fallecido en su dolor, afirmó que todos los acusados lograron promover un amparo, con lo que, de momento, se protegieron de ir a la cárcel.