YA HUELE A MUERTO
Guanajuato, Gto.- Es la Plaza de la Paz, los chiquillos corren despavoridos, pareciera que van guiados por el dulce olor de la muerte, corren y se acercan a los rústicos puestecillos de alfeñiques, llenos de colores extienden una gama de formas y sabores.
La vendimia presagia la cercanía del Día de los Fieles Difuntos, y también de los Santos, las calles se llenan de aroma de flores y la gente carga con sus vasijas llenas con cajeta de muerto, y sus panes de anís, pero de esa cajeta que hacen las manos de abuelitas en metates con camote y un sinfín de ingredientes.
Banderillas configuras de esqueletos, cráneos, ondean con el cálido viento del mediodía cobre pitufos, televisores de esos que ya no existen, pastelitos de hasta cinco pisos, cazuelitas con mole y arroz con todo y chícharos y pollo, dinosaurios morados, y otras figurillas de cine y televisión de moda…
Y todos con el mismo sabor agridulce por la masilla con la que los elaboran, hay quienes los compran y prefieren comerlos, otros los guardan de recuerdo, de adorno, y otros los ofrecen como ofrendas a sus niños que ya se adelantaron, como fieles tributos de la eternidad, de su amor.