UNA DESPEDIDA CON HONORES Y AMBICIÓN
LEÓN, GTO.- Vasto, emotivo y políticamente atractivo. Así fue el doble homenaje póstumo que recibió este domingo Juan Ignacio Torres Landa García.
Temprano su memoria vibró con el choque de palmas en el Comité Directivo Estatal del PRI, en la hermosa capital de Guanajuato.
Ahí, políticos con o sin cargo dentro de los poderes de gobierno, tuvieron la oportunidad de despedir a quien se le achacó la desunión dentro del partido, pero que ahora, con la pena los reunía.
“Los priistas, estamos unidos en el dolor que hoy nos embarga por la muerte de nuestro compañero Juan Ignacio Torres Landa. Hoy, estamos aquí presentes todos en unidad como él quería, en un solo cuerpo, legisladores federales y locales; presidentes municipales, organizaciones, sectores y militantes, acompañando a los familiares de nuestro amigo, teniendo la fuerza para sobreponernos a nuestra pena, con entereza y dignidad”, dijo el dirigente estatal del PRI, Francisco Javier Contreras.
Por la tarde lo restos del priista fueron llevados a casa. El techo pintaba grises y azules sobre el León de la Calzada, mientras que en el piso, los blancos se imponían sobre los negros.
Familia, amigos y conocidos, comenzaron una marcha que recorrió con orgullo la calle Madero, serpenteó por la plaza principal, y llegó hasta el Teatro Doblado.
Mientras tanto, La urna blanca que contiene las cenizas de Juani aguardaba la llegada de su familia en el Lobby del Teatro.
Juan Ignacio, su único hijo, tomó las riendas de la resignación. Colocó entre sus manos la urna y vio directo a los ojos de su madre Maricela, y a los de sus hermanas Azul, María Jimena, Mariana y Luz María. Buscaba en un gesto la señal para concretar el homenaje y obtuvo en silencio la venia para seguir adelante.
La despedida comenzó con las palabras de uno de sus mejores amigos, el doctor Manuel Delgado, a quien más que el llanto, se le desparramaba el honor por hablar de su cuate.
Luego tocó el turno a Azul Etcheverri, hijastra de Juani, a quien desde la tribuna inconvenientemente algún priista desubicado la destapó para ser la próxima alcaldesa.
Pero la joven presidenta del DIF, ensordecida por la pérdida, apenas tiene aliento para compartir lo que siente, así que se enfoca en sus memorias.
“Serás la fuerza de nuestra familia siempre, gracias por enseñarme el camino para llegar a ser la mujer que ahora soy, tus enseñanzas fueron clave para forjar mi carácter, gracias por enseñarme a enfrentar las adversidades de la propia vida, hoy te digo que todos mis hermanos enalteceremos tu nombre, porque con tu amor conocí el valor de una familia, muchas gracias por adoptarme como sangre de tu sangre, te amo papá”.
La alcaldesa Bárbara Botello también le dedicó unas palabras a Juan Ignacio y, aunque ella no fue destapada a gritos para ser la próxima gobernadora, sí se encargó de medio desencriptar el mensaje en su discurso.
“Querido amigo Juani, hoy te rendimos un homenaje sencillo frente a tu grandeza, has terminado la jornada, has cumplido con tu deber y de la vida te despides en paz, es hora de rendir tributo a la madre patria, tus amigos tus familiares te ofrecemos saber guardar tu memoria, tu nombre, ten por cierto que seremos continuadores de tu lucha y de tus ideales, la semilla que has sembrado en nuestros corazones ha caído en tierra fértil, y en su tiempo dará un abundante triunfo, te lo prometo, hoy venimos a darte el adiós más doloroso, mañana, estaremos trabajando bajo tu guía y el amparo de tu ejemplo, por tus enseñanzas y tu amistad, muchas gracias Juani, te queremos”.
La siguiente etapa del homenaje mostró una parte de Juani que pocos conocían; le latía el rock and roll, el de calidad, el de Pink Floyd, el de Led Zeppelin, el de Bono y su U2.
De hecho era el vocalista de la banda Deimos, quienes lograron empatar el audio de una tocada de Juani con el sonido local que tenían preparado para echarse uno de los palomazos más emotivos dentro del Doblado.
Comenzaron con el ensamble de Wish You Were Here de Pink Floyd, una pieza cantada en video por el propio Juan Ignacio Torres Landa y tocada en vivo por su banda.
Luego se echaron One de U2 y concluyeron con una pieza musicalmente correcta, Stairway To Heaven de Led Zeppelin, una rola que despegó los pies de la familia Torres Landa y llevó sus plegarias al cielo.
El amor de Juani por este tipo de música fue tan intenso, que uno de los integrantes de la banda reveló que constantemente les decía que dejaría todo por el Rock and Roll.
Al ahogarse la última nota parecía que no podía haber mejor despedida, hasta que en el recinto escurrió una voz cansada, pero de dueño determinado, que pidió permiso a los organizadores para cantar un corrido que le hizo a Juan Ignacio durante su campaña.
Se trataba de un anciano que, apoyado en su bastón, cantó frente a todos una querencia genuina y desinteresada, con la que fue posible medir la estatura del hombre homenajeado y el tamaño de la sombra generada por su ausencia.
FOTOS: MARIO ARMAS Y PACO PICÓN