MÉXICO.- El Covid-19 parece haber quedado atrás para miles de personas, al menos queda por encima las ganas de irse a la playa, tras un año de pandemia. Así lo muestran los viajeros que abarrotaron las instalaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde ayer viernes, haciendo caso omiso al “quédate en casa”.
Desde las primeras horas de la mañana, se hicieron las filas frente a los módulos de VivaAerobus y Volaris, las únicas dos líneas aéreas nacionales que aún funcionan en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México –después de que Interjet salió de operación– y fueron creciendo con el paso de las horas.
En los pasillos de la terminal aérea, lo mismo se podía ver a familias enteras con los salvavidas bien empacados y las maletas repletas, que a perritos metidos en sus transportadoras acolchadas, listos para acompañar a la familia al viaje de Semana Santa.
En esos mismos pasillos, los abrazos y los besos, aún con cubrebocas, fueron una escena repetida. No, la sana distancia ya no importa en estos tiempos.
Las filas se prolongaron desde la puerta 6 de la Terminal 1, casi hasta la Terminal 8, allá por las llegadas internacionales. Y para quien conoce el aeropuerto, sabrá que esa extensión de la fila será de aproximadamente cien metros.
Y en esa línea no estaba invitado aquel personaje al que conocimos hace un año: Susana Distancia.
Aunque prácticamente todos los pasajeros portaban cubrebocas, no todos lo hacían bien: debajo de la nariz, se lo quitaban para hablar por teléfono, se lo quitaban para comer alguna botana antes del viaje o para que el pariente de a un lado escuchara mejor.